Nuestro amigo El dragón

n-e4-eu100816-4_drupal%20main%20image_var_1470801088 (fuente: www.eluniversal.com.mx)

Hola:

Las lágrimas pueden estar a la vuelta de la esquina, muchas veces sin uno ni siquiera saberlo.  Pasando tiempo de calidad y de descanso en un centro comercial, plan que me encanta realizar a veces, luego de almorzar ensaladas mexicanas de filetes de carne de res recortados en julianas y luego de darnos una pequeña vuelta vitrineando por ahí, decidimos pasar por el cine, sin haber hecho ninguna reserva previa y dejando la actividad al azar, para ver si alguna de las programadas coincidía con la hora en la que hacíamos fila.

Cinco de la tarde en punto, hacíamos la fila y vi que estaba empezando “Mi Amigo el Dragón”. A la premiére no había podido asistir y la tenía en mi radar desde hacía rato. Opté por esta película. Entramos, nos acomodamos en la localidad cómoda y sosegada, empezó la película.

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(fuente: www.diaadia.com.ar)

Siempre he creído firmemente en el poder de este tipo de películas por encima de las demás. La fantasía y el fondo sensible tras la aparente ferocidad del verde dragón fueron despertando en mí todo tipo de sentimientos. Y con todo el desenvolvimiento de la historia, las lágrimas comenzaron a brotar de mis entrañas.

Los dos niños que aparecen ahí son muy especiales. Uno vive en la selva y otra vive en el pueblo, todo bajo una atmósfera creada en los años 80s. El papel de Robert Redford como abuelo es bastante emotivo y nostálgico.

Es natural no contar los detalles, eso se los dejo para que lo averigüen por ustedes mismos. Todo se puede resumir en que cuando la película acabó y prendieron las luces, una señora nos miró con algo de complicidad: resulta que estábamos los cuatro integrantes de la familia, ahí todos llorando al enterarnos del final, luego de ver cómo todo se iba desenvolviendo, luego de ver cómo las piezas van encajando como un rompecabezas de amor. Fue una experiencia de verdad muy bonita. No se la pierdan, totalmente recomendada.

Coletazos de inflaciones

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(www.musicradar.com)

Vengo aquí a escribirles unos rengloncitos sobre lo acontecido en los últimos días. Unos rengloncitos nada más, si me lo permiten.

 

El viernes pasado salió el dato de desempleo nacional, que fue del 9%; el dato urbano fue del 9.9%, bastante mejor que lo esperado (10.5%). Esta fue una buena noticia. Además el miércoles 5 de octubre a las 7 pm, salió el dato de inflación de septiembre: esperaban que fuera positiva en 0.10% y terminó siendo negativa en 0.05%, con lo cual técnicamente podemos decir que, en promedio, los precios de los bienes y servicios que componen la canasta familiar bajaron un 0.05%, y así baja la inflación anual del 8.10% al 7.27%. También fue una buena noticia y debido a esto, o más bien aparentemente debido a esto, el dólar bajó hasta cerrar a 2.906,40 pesos. Los Tes también se valorizaron ayer, reversando la subida en tasa que hubo los primeros días de la semana. Recordemos que ya no hay subastas de Tes tasa fija ni UVR, solamente de los de corto plazo (los de un año), títulos que cortaron al 7.45%, bastante más alto que la semana inmediatamente anterior (7.20%).

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(fuente: fashionista.com)

Esto es lo que ocurre en la escena numérica y crematística de la vida, mientras en otros lares se presentan coletazos de huracanes, en otros lados Google lanza sus propios teléfonos celulares, en otros lados se gestan marchas pacíficas y emotivas y en otros lados se propician huracanes por declaraciones, o más bien por encuentros entre los elegidos y los que en algún momento fueron elegidos. Coyunturas políticas que descoyuntan corazones y que conviven con coyunturas culturales, esas sí bien robustas y amenas. Les pongo un ejemplo: ayer estuvo por acá en la capital el famoso Iggy Pop, un ícono del rock mundial muy similar a alguien muy pero muy cercano y de la familia. Este señor estuvo por acá, está casi tan conservado como Amparo Grisales. Casi.

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(esta es la batalla que habrá…..fuente es.rap.wikia.com)

Mañana hay dos eventos imperdibles: en la Media Torta, en el centro de Bogotá, se hará La Batalla de Los Gallos. Tranquilos, no es pelea de gallos, no es nada ilegal. Es una pelea de raperos o en otras palabras, para los más estilizados, de “MCs”, para ver quién es el más versátil. Es como el festival de los troveros, pero llevado a instancias del hip hop. Eso en la tarde; luego en la noche habrá algo impresionante: el festival KPTL sound, con muchos DJs y artistas Underground; es algo prometedor. Estará, entre otros, Tom Findlay (el de Groove Armada) y Hot Since 82. Todo está ahí en bandeja de plata. Cada quien escoge de qué llena su cabeza.

 

Feliz fin de semana y si quieren ver todo en microlingotes, vayan a mi cuenta de twitter @kemistry09

 

 

La causalidad en los datos financieros

causalidad-1-638(es.slideshare.net

 No leyeron mal ni escribí mal. Esta vez quiero hablar de la causalidad, no de la casualidad. Siempre me ha llamado la atención la causalidad, es decir el porqué de las cosas. Si yo huelo pimienta y de inmediato siento un escozor en los senos paranasales y me dan ganas de estornudar, es innegable que hay una relación de causalidad entre la pimienta y el estornudo. Lo segundo ocurrió por lo primero. En teoría, la probabilidad de refutar con éxito lo anterior es muy baja; es decir, es muy poco probable que yo haya olido la pimienta y me hayan dado ganas de estornudar en ese preciso instante por otro factor diferente (no sé, porque tenía gripa previamente e igual iba a toser o porque me dieron ganas de toser independientemente de la pimienta). Sin embargo, la probabilidad de que no haya causalidad, si bien es muy baja, no podemos desconocerla. ¿A Dónde quiero llegar? ya veremos.

 

Esta semana ha habido cambios en las variables financieras más relevantes en Colombia. Lo que siempre ocurre es que a un fenómeno le tratamos de asignar una causalidad, eso ha pasado desde el mismo momento en que el hombre empezó a pensar. Con el dólar ha pasado lo siguiente: antes de mandarles este mail, miré la pantalla y verifiqué a cuánto estaba: a 2.979 pesos. El viernes pasado había cerrado a 2.882 pesos. Subió 97 pesos del viernes a hoy miércoles por la mañana. Con los Tes, también un dato medidor de la coyuntura financiera, pasó lo siguiente: los más líquidos, los de julio de 2024, habían cerrado el viernes al 6.82% y lo último que acabo de ver es que operaron al 7.137%. Eso es bastante movimiento para tres días. Entonces es lógico querer saber qué motivó esa subida.

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(fuente: jorgealejandroespinosa.blogspot.com)

Al buscar las razones uno naturalmente asocia las noticias del momento y las acomoda: la incertidumbre sobre qué va a pasar ahora que ganó el NO, incertidumbre por la reforma tributaria (si es que se va a hacer o no), incertidumbre por algo de Estados Unidos o incertidumbre por el Brexit (no el Brangelina, el Brexit). Razones podemos dilucidar, muchas, pero la conclusión es que nunca sabremos con un 100% de certeza porqué se produce una subida o una bajada. La única forma de saberlo sería ir a donde cada operador de las pantallas, ponerles un aparatico de esos que detectan mentiras, preguntarles e ir armando un checklist. Lo engorroso es averiguarlo, el problema es que te digan la verdad amigo lector, y el problema es que cuando ya luego de averiguaciones encontremos la razón, ahí en ese momento comprarán o venderán y se creará otra realidad.

 

Así que cuando lean que tal activo subió por la noticia de tal declaración, piensen en que eso no se puede comprobar con un 100% de certeza.

 

 

Los festivales de colegio

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(hola perrito…..fuente: www.upsocl.com)

Mi época escolar activa fue entre 1987 y 1995. Cada uno de estos años asistimos al festival del colegio, evento esperado por todos, en el que los niños íbamos con todo el ímpetu a jugar, en el que luego los adolescentes íbamos con todo el ímpetu a lucir la mejor pinta y tratar de conocer a alguien y en el que los padres de familia iban con todo el ímpetu a ayudar en lo que les tocara, terminando el evento, casi siempre un domingo, en fiesta, remates y bailadita de salsa.

Era un clásico ver a mis padres como voluntarios en la preparación y venta del producto estrella de todo festival: el perro caliente. Había turnos de una hora y el cliente debía ir a cambiar el dinero por unas laminitas representativas de papel moneda hechas en cartulina roja o verde y con una letra femenina, redondeada y josefina. Había minitecas en las cuales veía cómo los duros del momento bailaban Rick Astley y Bananarama, había también guaduas engrasadas que los niños debíamos trepar y arriba estaban los premios. El postre de las tres leches y la lechona, con letreros sugerentes y de doble sentido como “mona mamona”, no podían faltar tampoco.

El tiempo pasa y los festivales, si bien su esencia es la misma, empezaron a cambiar de nombre. Recuerdo cómo hace unos 10 años me estrené como padre asistente a un festival y éramos los encargados de servir el sancocho. La niña me codeó y me dijo que no se decía Festival sino Kermés; además para rematar no se debía decir El Kermés, sino La Kermés. Pasamos del festival con lechona a la kermés con sancocho.

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(linda lechona…fuente: www.elcampesino.co)

Cabe anotar aquí que un plato recurrente, aparte del perro, es la carne a la llanera con su debida porción de guacamole y papa cocida. La tecnología avanza, hay avances en la medicina y en la aeronáutica, pero no se ha podido inventar el cuchillo desechable que sea lo suficientemente gallardo para partir ese trozo de carne asada sin romperse. Es más, si llega a ser inventado, debería tener en su etiqueta algo así como “certificado con la ISO 9000 y avalado su uso en festivales o kermés”.

Yo sigo con la palabra Festival en mi mente. Luego cambié de ciudad y ya no era Kermés, sino Bazar. Aunado a los platos típicos, empezó a aparecer el sushi para llevar, el Babaganush, los grupos de rock centenials con covers de Arctic Monkeys, la pesca milagrosa y el bingo. Los mismos perros, ahora un poco más caros, conviven con más oferta. Sin embargo la esencia es la misma, por eso siempre querré ir, me encantan, me recuerda siempre mi teoría de que en ningún lugar hay energía más bella que en un colegio, y más aún en un festival de colegio.

Este año me enteré que ya no se dice ni kermés ni bazar. Este año es el Fest. Más minimalista y vanguardista. Seguro cuando sea abuelo mis nietos dirán: “Abuelo, no se dice fest, ahora se dice Festival”. Y seguro para esa época no habrán inventado aun los cuchillos irrompibles para la carne a la llanera.

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(buena carne….fuente: sites.amarillasinternet.com)