Post-grados javerianos y carteleras de 1995

Anoche estuve en el relanzamiento de los postgrados del departamento de Administración de la Javeriana. Fue un evento muy interesante, además que uno tiene la oportunidad de conocer gente y demás. Ahí estaré dando clase y es precisamente esa faceta una de las tres partes de mi trilogía que me encanta: escritura, música y academia. Esto fue a las 6pm, ya a esa hora habían cerrado los mercados, estaba ya formada la TRM de 3.197,23 pesos que rige para hoy y ya cerraban los Tes de abril de 2028 al 5.97%. Ya todo estaba listo y cuadrado para hoy fin de mes, por cierto fin de semestre también.

Tenemos fin de semana de festival de Glastonbury, asamblea general de la OEA, reunión del G-20, partidos de fútbol de la Copa América y una DJ polaca, Klaudia Gawlas, que me encanta y toca un techno pulsante y oscuro, quien se presentará en Bogotá en un sitio secreto aun no revelado. Lo subrepticio de la música. También hay cartelera de cine que parece del año 1995: Aladdin, toy story, Godzilla, X-men y Men in Black. Todas versiones nuevas y excelentes.

Continúo con el evento. Hubo causas, minitostadas de plátano con goulash de carne encima, deliciosos cocktails sin alcohol y habló el gerente de mercadeo de Alpina, cuya historia sobre el Quesito, producto estrella de ellos en este momento, me encantó.

Todos los eventos de la vida real son acompañados de la ficción emanada de los libros, los cuales también pertenecen a la vida real en la medida en que uno los va apropiando. Ya estoy a 10 hojas de acabar El último Caso del Doctor Russi y me encanta cuando mencionan sitios de Bogotá de antaño, como la calle de la Fatiga y la calle San Juan de Dios. Este libro habla de una compañía de ladrones, el diario “El Santafereño” y hay una frase que me quedó: “..hay amores que matan y amores que mueren..”

Me doy cuenta que todo está ahí en la vida, unas cosas gratis y otra no. Todo está ahí, ya decidimos nosotros qué agarramos, qué apropiamos. Cada quién decide cómo gasta su tiempo. Yo una parte la gasto compartiéndoles a ustedes.

El ruido del bitcoin

Ayer vi que el Bitcoin se subió y llegó a un máximo de 13.851 dólares (44 millones de pesos, toda una fortuna), no más pensemos que en abril valía 4.100 dólares aproximadamente. Esto es algo casi absurdo, teniendo en cuenta que esta es una criptomoneda que no está basada en aspectos fundamentales o “reales”. Es decir, si supongamos que el dólar se sube respecto al peso, puede ser porque el gobierno de Trump hizo tal cosa que generó mayor nerviosismo o que a las reservas internacionales aquí en Colombia les pasó algo. Sea lo que sea, me refiero a que hay noticias económicas detrás. Así sea exagerado el movimiento, por lo menos hay algo.

Este es el bitcoin…miren como subió….

Con el bitcoin y resto de criptomonedas, todo es muy extraño. Por ejemplo, leía que acorde con esta subida hubo un trino, o sea un mensajito de esa red social de chismes que se llama Twitter, en el que se mencionaba que el ETF de Bitcoin había sido creado. Solo sepamos que eso fue falso pero aun así recibió como 1.600 likes.

Algunos se preguntarán que es ETF. Digamos que ETF es un contrato que replica el comportamiento de algo más. Me explico: es muy difícil yo tener todas las acciones del índice Dow jones, además monitorearlas todas sería imposible, entonces existe la posibilidad de comprar un ETF del dow jones. Entonces ese ETF replica el comportamiento del Dow jones. Si este sube 2%, mi ETF subirá 2%, es como un espejo. Entonces ese chisme salió en Twitter, probablemente por eso subió el bitcoin, y resultó que todo era falso.

Me pregunto yo, ¿qué tanto de todo esto es manipulación? difícil definirlo, difícil saber la causalidad. ¿Qué tanto de la subida de un activo es real y qué tanto es producto de alguna falsa percepción que alguien quiso plasmar?

Las realidades y las entelequias.

La vida secreta de mis muñecos

Pensando varias cosas, caí en cuenta que la vida es una seguidilla de pequeños y constantes optimismos y quebrantos. Me gusta eso de pequeños optimismos: imagínense que no fuera así y que nunca hubiera optimismos sino un gran optimismo el 1 de enero y no más, 364 días de aplanamiento. No sería vivir. La gracia es que siempre haya cosas pequeñas, varias, constantes, diarias, cositas que van alimentando todo. George Orwell dice que lo importante no es mantenerse vivos sino humanos. Lo malo es que dentro de toda esta jungla, hay humanos que no son humanos sino muy vivos. O muy básicos y aburridores.

Seamos lacónicos más bien: me encanta este término. Se refiere a ser breve y conciso. Asertivo. Por ejemplo si soy capaz de responder a un comentario agresivo con tres palabras y con esas tres palabras dejo al interpelado callado, ahí estoy siendo lacónico. Averigüé y esta palabra tiene que ver con la región antigua de Laconia, allá en Grecia. Hay varios registros de la Historia, la cual es un acto de fe, que hablan de gestos y diálogos de sus habitantes, cargados estos de gran nivel de agudeza. Es decir, los lacónicos eran lacónicos. Me encanta esto, me encanta escribir sobre estos temas, los dedos casi se mueven solos fluyendo ante esta colección de teoremas e ideas.

Por acá amanecimos con un dólar que va bajando y está ahora en 3.175 pesos, unos títulos TES que han bajado también de tasa y un mercado que está pendiente de la reunión del G-20 que se hará próximamente. Estarán los mismos temas: las tensiones comerciales, China, el disco rayado eterno.

Me quedé pensando en Toy Story. Resulta que yo tengo unos muñecos por ahí, entre esos una muñeca LOL, tres pequeñuelos del huevo Kinder y unos anti-osos. Todos están cerca al controlador Pioneer que uso para mezclar. Resulta que la otra vez, hace un par de días, todos los botones y perillas del controlador estaban cambiados y mi hija dijo que había sido una primita de 7 años que había ido de visita. Decidí creerle aunque quedé un poco escéptico.

Yo me quedé pensando: ¿será posible que hayan sido más bien los muñecos? ¿será que ellos hablan de mí, bailan mi música, duermen y toman de la misma gaseosa o del mismo café? Nunca lo sabré. O más bien, como con la fe, creeré que sí lo hacen. Desde ese día les hablo y les digo que se porten bien mis muñecos. A ellos les gusta meterse en mis libros, comentarlos, leerlos, mezclar, a ellos también les encanta vivir.

Forky, Jean Grey y la vida: el arte del equilibrio

“Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tienes pocos días y tan solo ahora la hemos de gozar”. Ahora les digo quién la escribió, porque precisamente respecto a las frases, pienso que ellas son de quien las siente, más que de quien las crea. Y bueno, también comentaba que si el que las crea también las siente, pues bueno, déjenme decirle que es el amo y señor de la frase. Las frases es la forma de expresar lo que se siente en un breve par de líneas.

ella es sophie turner , quien hace de jean grey

Me encanta que cuando estoy en el proceso de escritura me nacen frases que comparto. Quien las comparte se vuelve dueño de la frase, ya que la ha sentido, se ha identificado con ella y la quiere expresar asimismo a sus seguidores. Por ejemplo, decía yo que a veces el silencio puede hacer más ruido que el mismísimo ruido. O también pensaba yo, y así lo expresé, que así como son los hijos los que escogen a los padres, también los besos son los que escogen a sus labios, escogen a los humanos que lo disfrutarán. Todo esto hace parte del libro que escribo y que poco a poco va avanzando, ya en su página número 205. Muchas veces me dicen que no diga nada, que solo lo exprese cuando ya el libro esté listo. Pero yo opino que, así como con los bebés que están 9 meses en la barriga, también la vida del libro que se va creando comprende su creación. Así como a los 5 meses se ve la radiografía en 3D, también de esa forma puedo ir anunciando cómo van cuadrando las ideas. Y el proceso mismo es delicioso. Los besos, las conjeturas, devolverse a ver cómo fue que escribí en la página 40, recordar si cuando este muchacho se despidió lo escribí bien, si corrijo, si le agrego. Es una delicia.

Pero pienso que este proceso de escritura debe ir acompañado de lectura. Dejar las letras un rato, levantarme, mezclar 3 tracks, volver. Leer la majestuosa obra de Javier Riveros, ese libro que leo y que menciona sitios de Bogotá que, al leerlo, suena curioso: San Victorino, el Chorro de Quevedo, el restaurante La Puerta Falsa. Claro, no mencionan Colina Campestre ni Cedritos ya que este libro está situado en el siglo XIX, en esa época donde ahora es Cedritos era el puro puro campo.

Y sí, el proceso, como diría Kafka. La frase inicial del artículo, les respondo, es de Federico García Lorca. Contrastar todo esto y nutrirse con cine: conocí a Forky en Toy Story 4, vi por fin una de las mejores películas también, X-men dark phoenix. Fork y Jean Grey haciendo de las suyas.

Es que hay que hacer de todo un poco. La vida es el arte del equilibrio (les doy otra frase más). Nutrámonos y seamos trascendentes, ese es el arte.

Grandes expectativas

El miércoles pasado en la tarde tuvimos partido de fútbol; aquí en Colombia todos estábamos pendientes de si ganábamos, si perdíamos, yo me serví un tinto delicioso, me quité los zapatos, estuve viendo el segundo tiempo porque me perdí el primero y luego vino un gol. Excelente. No puedo evitar contagiarme de la fiebre del fútbol, es un muy buen plan. Claro, el exceso de partidos y perderme otra actividad por estar pegado de la pantalla y gritar groserías ahí sí pues no, pero ver de vez en cuando está bien. Yo estaba muy seguro haciéndome el entendido cuando mi hija me preguntó porqué si la copa se llamaba copa América, porqué es que estaba jugando un país tan lejano como Catar.

Yo lancé respuestas al aire, como argumentar que probablemente ese país había sido anfitrión antes, que había tres beneficios socioeconómicos entre las naciones americanas y ese país, no sé. Luego me devolvieron otra pregunta: ¿porqué también jugó Japón? Ahí sí no supe qué decir, ¿no era probable que fuera un error? ¿la copa América? ¿será que es como el Oktober Fest que no es en octubre?

Luego me tocó meterme a google y averigüé que siempre invitan a dos países diferentes, a manera de fraternidad. Supongo en otros años invitaron a Islandia o a Jordania, ni idea, no averigüé más pero quedé con la duda resuelta. Luego el partido acabó, muy chévere pero ya, no sé quién metió el gol, solo sé the big picture y solo sé que gocé, es lo que importa. Dejémosle los tecnicismos futbolísticos y balompédicos a los demás.

Ahora viene el fin de semana. El viernes en la mañana se reúne el Banco de la República, en estos días había hablado el de la Fed en Estados Unidos, también había hablado el de Europa, siempre nacen y siempre se derrumban expectativas, todas medidas por medio de los precios y de las tasas. Mi expectativa es mezclar mucha música, leer muchos libros y verme X-men Dark Phoenix. Sí, con ellas.

Las expectativas más sencillas son en últimas las más grandes.

Tasas de la Fed y el doctor Russi

Allá quitan y ponen palabras mientras que aquí quitan y ponen puntas.

Con la anterior frase podría yo definir la dinámica del mercado financiero. Me explico: por ejemplo ayer en Estados Unidos anunciaban si subían, bajaban o dejaban igual las tasas de interés, las cuales están en un rango entre el 2.25% y 2.50%. Las dejaron quietas. Entonces más allá de la decisión como tal, los analistas se fijan mucho en qué palabras usan, si hay palabras nuevas o si se han eliminado palabras viejas en los discursos. En la medida en que quitan y ponen palabras, eso hará que la gente se lance o se contenga en el momento de comprar o de vender, decisión y postura que en últimas implicará quitar o poner puntas en los sistemas operativos de negociación. Dicen que Jerome Powell, el presidente del equivalente al Banco de la República de Estados Unidos, dejó las tasas quietas pero cree o es “simpático” con la idea de que puedan bajar luego. Eso hizo que los Tesoros se fueran al 2.0181% y que los índices accionarios como el Standard & Poor’s o el Dow Jones subieran.

Si quieren saber de expectativas, vi por ahí una encuesta que se le hace a varias entidades y los resultados respecto al incremento del Producto Interno Bruto para Colombia son los siguientes: 3.12% para 2019, 3.32% para 2020 y 3.39% para 2021. Yo siempre me voy hacia el bando del optimismo y espero esto se cumpla o que incluso se sobrepase.

También soy yo “simpático” con la idea del paralelismo en libros. Para agregarle sazón a la obra de Marcel Proust, El tiempo recobrado, el cual si han leído mis últimos posts sabrán que trata sobre monólogos interiores y no tiene una trama específica, he empezado una historia que me tiene absorto, además es colombiana. El autor se llama Javier Riveros y el libro se llama “El último caso del doctor Rossi”. Lo más delicioso es que la historia es en la Bogotá del siglo XIX. El humor es impresionante. Ya luego iré dando más detalles, solo diré que un protagonista es Matute, periodista del diario El Santafereño. Un espectáculo mirífico este libro.

Todos estos optimismos contrastan con el pesimismo de Proust. Él dice que, abro comillas, la vida nos decepciona tanto, que acabamos creyendo que la literatura carece de la menor relación con ella y nos quedamos estupefactos al ver que las preciosas ideas que los libros nos han mostrado se despliegan sin miedo a estropearse. Es como decir que la literatura no merece la vida.

¿Ustedes qué opinan?

Causas limeñas y la primera guerra mundial

En la búsqueda insaciable de la justa proporción entre silencio y solaz, esa necesidad de lograr espacios en los cuales uno pueda sentarse y pensar, estuve por ahí de almuerzo en La Urbana y gran sorpresa me llevé al darme cuenta que el plato principal era un festival de causas. En una hilera había tres causas con aguacate, cebolla, unas cuantas carnes del reino marino y dos mejillones. Ahí aproveché para continuar con las divagaciones de Marcel Proust.

La otra acepción para “Causas” es “Motivos”. Entonces ayer por ejemplo se bajó la tasa de los Tesoros de 10 años hasta el 2.0148%. ¿El motivo o la causa? Que en Europa, Mario Draghi manifestó que un estímulo adicional es requerido; eso genera escepticismo entre los agentes del mercado. El Euro está en 1.1195 dólares y el hecho de que Mario Draghi quiera dar más estímulos, manda señales al mercado de que las tasas pueden estar más bajas más tiempo. Por eso la bajada.

Me da curiosidad que en el libro de Marcel Proust, El tiempo recobrado, hubiera un personaje que creía que la guerra iba a durar diez días. Me refiero a la guerra que luego sería bautizada como La Primera Guerra Mundial. Allá en Francia creían que iba a durar diez días y muchas de las divagaciones ahí se referían a la gente que se iba de voluntaria, que si era o no valiente, que si eran lo suficientemente hombres. Claro, ahora uno mira todo desde el espejo retrovisor y dice “qué absurdo, pensar que la guerra iba a durar diez días”. Pero todo debe mirarse desde su contexto propio. Ocurre con los activos financieros: ¿quién iba a creer que el dólar iba a estar a 3.300? preguntas así salen por borbotones.

Pero bueno, hay que tener ilusiones. Como dijo Blaise Pascal, las ilusiones son las alas que sostienen al hombre volando. Siempre debemos tener la ilusión de que las cosas mejorarán, que las cosas cambiarán, que los problemas se solucionarán. No importa que esté nuestro Yo del futuro riéndose.

El equilibrio de todos nosotros

Me encanta cuando alguien se esmera en hacer algo interesante y se mete en la empresa de tratar de explicar algún concepto a los demás. Algo técnico volverlo amigable, ameno. Digerible. Diría yo que ese es el objetivo de la vida en finanzas, eso dice la junta directiva, pero esta vez quiero hablar de un libro de Macroeconomía llamado “El equilibrio de todos nosotros”, del profesor Camilo Vargas.

Creo firmemente en que se puede explicar la robótica, las tasas de interés, la cirugía bariátrica, los lenguajes de programación o los algoritmos, incluso los logaritmos, de una forma amigable, siempre se puede. Y lo que hace el autor en este libro es explicar cómo es la microeconomía, ese coco que vieron en la universidad quienes estudiaron algo parecido a Economía. Para saber qué es la microeconomía, pensemos en el dueño de un negocio que tiene que vender botellas de leche, entonces él debe mirar sus costos, debe analizar si de pronto la quiere vender azucarada, agregarle choco listo, eso cuánto le cuesta de más (costo marginal), qué demanda tendría, qué impacto tendrá si le baja 300 pesos al vaso. Todo eso. En verdad muy interesante y mis más sinceras felicitaciones. Aprendí, repasé y lo mejor de todo: aprehendí. Excelente, Camilo.

Por otro lado, algo que me está encantando y embrujando en mi labor de lectura es “El tiempo recobrado” de Marcel Proust; ahí ando y llevo 40 hojas pero no he podido inmiscuirme en la trama, además precisamente por eso, porque no hay trama. Es una ristra de monólogos interiores y debo poner mucha atención para no desfallecer. Lo que sí tengo claro es que lo debo terminar, todo libro se debe terminar, no sabemos qué deparará el final. Puede ser que quede loco y desarmado, como por ejemplo con el final de “El Amante Japonés”, puede ser que encuentre una hermosa frase al final, algún poema, como en Match-ball. Pueden pasar mil cosas, ahí seguiré. Lo que sí les tengo es una frase hermosa que agarré de ahí, del gran Marcel:

Es sobre la guerra y lo podemos extrapolar para los asuntos aparentemente interesantes, de esos que hablan en los noticieros: “Abajo del todo, los tontos de remate, los entregados pura y simplemente al placer, no se preocupaban de que hubiera habido la guerra, pero, arriba del todo, los que se habían organizado una vida interior ambiente prestaban poca atención a la importancia de los acontecimientos”. Y sí, para asuntos como la guerra, las noticias, los debates y la actualidad, si estás demasiado abajo no notarás nada. Lo bueno es que si estás demasiado arriba tampoco lo notarás.

Y sí, ese es el equilibrio de todos nosotros.

Taekwondo, fútbol y DJ Hell

Empezó la vida en finanzas esta semana un poco más tarde de lo habitual. Sin embargo ese sentimiento perdura, la proactividad sigue así haya un delay de un par de horas, más aun en un fin de semana de grados escolares, ascensos en Taekwondo en niñas de once años y claramente el día del padre. Aprendí que el taekwondo es el arte del puño y la patada, entonces mientras estaba en el examen de ascenso desde “Blanco” a “Blanco franja amarilla” veía los demás exámenes de los más avanzados, los míticos cinturones negros así como en las películas. Buenísimas las patadas, la quebrada de la cuadrícula de madera, la venia, el chagui (no confundir con Shaggy, el muchachón de Scooby doo) y el Maki, que son las defensas (no confundir con los deliciosos makis de Aki Maki, restaurante proveedor del arte gastronómico del sushi en Popayán). Me encanta ver artes marciales y estuve muy orgulloso en ese plan, viendo a una china (no de la China, sino la acepción para referirse a una niña) de 11 años partiendo maderas y dando patadas. Espero esas patadas no se repitan en el ámbito hogareño, valga la aclaración.

Ahora el mercado empieza y les tengo datos, ya no del viernes, sino de hoy lunes. El dólar va por los 3.287 pesos y los Tes han abierto un poco para arriba en tasas. Sin embargo recordemos que ya había bajado bastante, así que una devuelta en tasas es de lo más normal del universo. Hay polémicas, gente que no le gusta el marco fiscal, gente a la que sí, divergencias y toda esa suma de personas asustadas y emocionadas conforman lo que se conoce como mercado. Todos los temores, la contumacia y el paroxismo conforman el borbollón financiero.

Me emocionó mucho ver los goles de la Selección Colombia, fue una emoción que no sentía desde el Mundial del año pasado con todo lo de Alemania, Rakitic, Modric, muy bueno. El fútbol es una pasión que, si bien no la vivo siempre y si bien casi nunca estoy pendiente, cuando llega el momento de ver partido me contagio. Ni siquiera sabía que había partido el sábado, todo coincidió y la pantalla gigante llegó a mí, sin ningún problema y sin ningún afán.

Por último hay algo de música: tal vez la mejor compilación del año es el Faze de Dj Hell. La locura. Se los recomiendo.

El marco fiscal y los sucesos derivados de ello

Ayer el Gobierno presentó algo que se llama Marco Fiscal. Para que sepamos, es como la presentación en sociedad de cómo van a ser sus gastos, necesidades y provisiones para el próximo año y para lo que queda de este 2019. Debido a esto, al principio el mercado no operó nada en los Tes, todo el mundo estaba a la expectativa. Luego aproximadamente a las 10 de la mañana fueron anunciando datos, cifras, y en términos netos los Tes fueron comprados, su tasa bajó bastante. Por ejemplo, los títulos de 2032 cerraron al 6.36% y los famosísimos rockstars julios del 2024 cerraron al 5.31%.

¿Porqué se bajó tanto la tasa? es difícil saber bien la razón, pero digamos que en términos generales anunciaron que van a emitir menos títulos el próximo año. Va a haber 30,1 billones, bastante menos que los de 2019 que van a ser 35.29 billones. Esa disminución de oferta equivale a una mayor demanda y pues sí, a mayor demanda mayo precio. El juego de las expectativas, de las percepciones, de la oferta y de la demanda.

Luego hubo rueda de prensa y las dudas fueron despejadas. El hecho es que va a haber menos Tes y por eso su precio ha subido. Hay títulos viejos y nuevos, viejitos como Minnie Mouse, de quien leí el chisme de que va a cumplir 90 años. Ella sigue tan rozagante como de quince. Forever twenty one.

La vejez y la juventud, qué términos tan relativos. De hecho ayer en una conversación muy interesante, recordé algo que había escrito la otra vez: lo malo de la niñez es que no nos percatamos de que la tenemos y ya luego somos grandes. Es decir, tenemos 12 años de niñez, 7 de adolescencia y 80 de adultos. Las proporciones están desequilibradas, por decir lo menos.

Pero bueno, ayer estuve en Tornamesa, le llevé a mi hija un librito de Judy Moody para que haga actividades, compré un cuaderno espectacular de Virginia Woolf y llevé un libro que leeré después: “El último caso del Doctor Russi” de Javier Riveros. Luego me comí una hamburguesa, podría decir que idéntica a Home Burgers: se llamaba Kod Burger, por ahí cerca a la zona G de Bogotá, Colombia. $9.900 por una maxidelicia que saboreé, mientras empacaba todo lo comprado en Tornamesa en una bella bolsita de Charlie Brown. Fue delicioso el momento, además que llevaba mis audífonos gigantes entonces oí varias veces las últimas adquisiciones de música.

Esta es la vida, no es más, no es menos. Con compartirla y con que alguien la lea, todo esto me basta, todo esto vale la pena. Debemos siempre ser rockstars, así como los julios del 24.