Momentos estelares de esta pobre humanidad

Existen varias formatos para leer: pueden ser novelas en las que se cuentan historias, existen los periódicos, los artículos de revista, posts en internet, blogs y también textos de Historia (con mayúscula) que se cuentan como novela. Dentro de esta última categoría no podía pasar por alto el fenomenal libro, dicen que es el más famoso de Stefan Zweig, intitulado “Momentos estelares de la Humanidad”. Era una deuda que tenía que ir pagando en cuotas diarias pero cumplidas.

Me solazo, me maravillo. Lo más difícil, y tal vez lo más destacable, es que ya no tengo el libro aquí mientras escribo, ya lo devolví a la biblioteca. Lo más destacable tal vez sea que voy a poner lo que apunté y lo que medio me acuerdo. Así como contarles un chisme sin tener fotos ni videos. Básicamente el postulado del gran Zweig es que durante la historia puede haber años, incluso décadas, en las cuales no pasa nada raro, matan a algún famoso, entra algún presidente, hay por ahí alguna guerra, alguna peste, pero no son cruciales. Sin embargo, cuando uno menos se lo espera ocurre algo decisivo que va cambiando el curso de la humanidad.

Imagino el estrés de Zweig para escribir tan solo sobre catorce eventos, habiendo tantos importantes. Los describiré brevemente: el primer momento es la existencia de Marco Tulio Cicerón, más exactamente cuando le avisan que Julio César muere. La tesis de él radica en que tal vez si Marco se hubiera animado a sucederlo, algo diferente hubiera pasado. Él no actúa sino que se va a su villa a pensar, a escribir, a solazarse (de mis palabras favoritas) y de ahí sale su obra DE OFFICIIS.

Non ignoravi me mortale genuisse. Siempre he sabido que soy mortal. Eso decía Marco Tulio, y bueno, sepamos eso. Al saber que somos mortales caemos en cuenta que nada es tan importante. Todo en últimas pasa.

El próximo momento, el segundo, es la Conquista de Bizancio. Este evento fue tan importante y terrorífico así como fue para nosotros la caída de las Torres Gemelas. ¿Quién podría imaginar que las podrían derribar? ¿Quién podría imaginar que acabarían con Bizancio? Muy bueno, esto ocurrió en mayo de 1453. Como él narra la preparación de los ejércitos y cómo todo se fue frustrando es impresionante.

El tercer evento es bello y además es narrado de una forma magistral: El descubrimiento del Océano Pacífico por Vasco Núñez de Balboa. Imaginen los mosquitos, el calor, las infecciones, pero imaginen también el tesón del conquistador, ese empecinamiento para llegar al mar soñado, al paraíso. Miríadas de lancinantes insectos iban amenazándolos. El cuarto momento estelar fue la resurrección de Händel, el gran compositor. Georg Friedrich Händel se enfermó gravemente, tuvo una apoplejía, casi muere, y la pasión por componer, luego la llegada de un mensaje cifrado de parte de un poeta, esas ganas de vivir, fueron las que lo motivaron a continuar y ahí dar a luz a EL MESÍAS, una obra que siguió tocando, y aun lo hace, la Filarmónica de Londres.

Con este me despido, luego les comento los demás momentos estelares. El quinto momento es la composición de La Marsellesa, el himno nacional más bello de la historia, en 1792. ¿Cómo podría ser que, entre tanta muerte y tantos cañones, fuera naciendo esta hermosa tonada? Pues sí, así es el Ser Humano, deliciosamente irrepetible e inesperado. Los otros nueve momentos se los describo en la próxima edición.

Solo podría terminar diciéndoles que, para mí, un momento estelar de la humanidad fue la escritura de este libro: Momentos estelares de la humanidad. Es una resurrección del alma, perfecta para la Pascua.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.