De vuelta y de paseo por el buen Rock

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El rock es un género que no visito mucho, pero cada cierto tiempo encuentro joyas que me enloquecen. Digamos que siempre estoy metido en todos los géneros que ocupan la música electrónica, cosa ya de por sí bastante luenga. Pero cuando encuentro un grupo de buen rock, lo bajo, lo digiero y termino fascinándome. Me pasó con Paramore más o menos en el 2009, me pasó luego con Interpol, con White Lies y con los colombianos V for Volume. Tuve un crush y coqueteos varios con Placebo un par de años y luego encontré un grupo que me enloqueció y con el que tuve bastantes affaires musicales: The Y Axes. The Y Axes representa todo el amor loco y temporal con los grupos de San Francisco. Recordaré “monsters” de The Y Axes así como también existe su propio “monster” de Paramore. Hace poco recibí reseñas del nuevo trabajo de “Of Monsters and Men” y me encantó: ya lo quiero, saldrá el 26 de julio y se llamará “Fever Dream”. Qué buen grupo.

El rock así con aires de vintage, botas Dr Martens y algo de rebeldía me encanta. Como The Yeah Yeah Yeahs. O también The Black Keys, siempre vemos por ahí grupos de Rock que se esmeran por algo diferente. No todo el rock tiene que ser lo noventero aburridor de Nirvana y cosas así; el rock es mucho más que eso. Por ejemplo, los grupos indie canadienses como Alvvays ofrecen espectros muy diferentes a lo normalmente establecido en la memorabilia tradicional, tan llena y atiborrada de solo Aerosmith y “gunners”. Hay mucho más, déjenme guiarlos.

Es igual con los libros, también hay que buscar por ahí pequeñas joyas. Joyas que nos hagan brillar y que brillen por sí mismas, proporcionándonos bellos momentos. Por ejemplo ir a leer a un parque, con audífonos, gafas, con la disposición de salir con algo nuevo aprendido. Y respecto a los libros, sigo con la historia del idioma Español, entre otros libros que están empezados, y es la locura darse cuenta por ejemplo en qué momento decidieron “repartirse” América entre Portugal y España; esto definiría el hecho de que aquí ahora les esté escribiendo desde Colombia en español y de que en Brasil se coqueteen en portugués. Pues bien, el Tratado de Tordesillas definió eso. Del puente para allá para Portugal, del puente para acá para España.

También, si ahora pronunciamos el español sin la diferenciación entre Z y S es porque en gran medida fuimos conquistados por los andaluces, quienes aun ahora siguen hablándolo así. Es así, los andaluces no hablan como globalmente se conoce a los españoles, ellos pronuncian indistintamente la Z y la S.

Estamos rodeados de amor e información. Así podríamos definir la vida: dar amor, recibir amor, buscar información, deleitarnos con ella.

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Ellos son “of monsters and men”…

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