Traduciendo el cielo en la Torre de Babel

Es necesaria, oh muy necesaria, la cultura general. Poder saber un poco dentro de toda la canasta de temas; me inclino por eso en vez de saber muchísimo de algo específico. Erudiciones que conviven con multitemas. Dentro de todo lo que leo y averiguo por ahí, les cuento que el índice Nasdaq retrocedió ayer básicamente por la caída de tres acciones que hacen parte de ese índice: Tesla, Hasbro y Dish Network. Entonces mientras leía la noticia y al leer la palabra Hasbro me acordé de los juguetes, del Furby violeta que me hace ojitos y de la plastilina Play-doh, una plastilina que, además de tener colores fluorescentes, sabe delicioso, saladito (no me digan que no la probaron algún día, es el mejor plato gourmet y lúdico a la vez).

 

Ayer hubo subastas no competitivas de títulos en UVR, dólar a 2.875,50 pesos, té de carambolo y flor de loto, julios del 24 al 6.165%, julios del 20 al 5.16% y problemas de horario puesto que La Reina del Flow se cruza con MasterChef, generando incongruencias no competitivas de contenido televisivo y familiar.

 

Respecto a la literatura, me embarqué en un nuevo libro. Lo compré el sábado en un hermoso sitio del centro de Bogotá, llamado La Torre de Babel. Es una maravillosa casa de cuatro pisos, repleta de libros y con un espejo impresionantemente grande, que da la sensación de total grandeza. Bueno, ahí compré “Traduciendo el Cielo”, de John Crowley. El tema es hermoso, la portada es hermosa, ya veremos qué ocurre, saben que todo se los iré contando.

 

Unidad, Victoria, sopranos y júbilo en Rusia

Ayer a muchos se les mojó el vestido. Hay momentos en los que no hay nada qué hacer, hay momentos en los que no importa la actividad que estemos haciendo; si llega a llover, pues tocó hacerse a la idea y mojarse, no importa que tengamos un traje fino de los de Arthur Street. Eso pensó Macron y Kolinda, mientras ambos, cada uno con el mayor ímpetu y el mayor afecto, felicitaban a los jugadores, todos ganadores. Antes del partido, vi a Diplo (me acordé porque lo vi en el Estereo Picnic), a la soprano Aida Garifullina, a Era Istrefi (con sus labios a lo Kylie Jenner) y a Natalia Vodianova, bella modelo de quien tenía conocimiento hace rato por la Vogue y quien custodiaba en caja Louis Vuitton la copa famosa del Mundial.

Ya casi lo olvido, pero el viernes el dólar cerró a 2.860,20 pesos y los julios del 24 al 6.159%, ante correlaciones, que a veces se incrementan y a veces disminuyen, con el peso mexicano. Con pocas referencias y noticias, he de otorgarme la licencia para continuar. En la vida hay muchas coincidencias: por ejemplo que un árbitro, alguien que pita, se llame Néstor Pitana; esa coincidencia solo es comparable con mi época de universitario, en la que la administradora de la librería de la Universidad era de apellido Libreros.

 

Y leí esta frase por ahí: Where there is unity there is always victory. Lo dijo Publilio Siro, un señor de la antigua Roma, que nació en el año 85 antes de Cristo. Vea pues, él hace como 2.100 años atrás ya la tenía clara. Tal vez era futbolista o escritor.

Un 57.1% de certeza sobre el campeón del mundial…

(fuente: atodochaca.com)

 

 

Hay dos posibles ganadores (naturalmente, solo hay dos) del mundial de fútbol Rusia 2018 y cada uno de los dos países tiene 7 letras. Es más, para cada uno de los dos países la segunda letra es “R” y las tres últimas son “CIA”. Así:  “_ R _ _ C I A”. Teorizando un poco al respecto, estadística y matemáticamente hablando les puedo decir que la incógnita de quién ganará la tengo resuelta en un 57.14%, puesto que conozco 4 de 7 letras. Si divido 4 entre 7 me da 0,5714. Si voy más allá, puedo decir que hay un 42.86% de incertidumbre, cosa que me motiva a comerme las uñas. Coincidencias lingüísticas balompédicas espeluznantes. Y si voy más pero más allá, puedo decir que ya tengo más de la mitad resuelto así que mejor ni me veo el partido.

 

Muchas veces, luego de un día de mucho movimiento al alza en tasas existe otro día de menos movimiento; ayer, si bien hubo mucho volumen, hubo más estabilidad y el dólar cerró a 2.874,80 pesos. Los títulos del gobierno nacional se relajaron un poco y les diré algo sobre la liquidez: el Banco de la República tenía un cupo de 7.5 billones para prestar y las entidades tomaron 4.9 al 4.25%.

 

Llega el fin de semana y quiero preparar la bebida instagrameable de moda: el Moon Milk. Tiene canela, cúrcuma, nuez moscada y además se ve bonito. Eso es lo que tomaré el domingo para completar el rompecabezas, para solucionar la incógnita de las tres letras faltantes: el 42.86% que falta.

 

Una bella luz interior

Un beau soleil intérieur, en francés. Una bella luz interior, en español. Así se llama la película francesa que estrenan hoy aquí en Colombia y que cuenta con la actuación de Juliette Binoche y Gérard Depardieu. Me la vi en exclusiva antes y tiene las típicas características del cine francés: diálogos largos, escenas largas, algo lenta, urbana, con algo de jazz y con secuencias que terminan de un momento a otro, así porque sí. Les podría comentar varias cosas: por un lado se toca ese tema espinoso de la imposibilidad de los amantes, gente aburrida con la rutina, deseos, miradas y amores fallidos. Hay una escena bonita de baile en la que suena “At last” de Etta James.

 

Esta película puede servir de aliciente ante los abruptos cambios en los activos financieros ayer. No más si miramos el petróleo, vemos que bajó de 74,2 a 70,6 dólares el barril, el Dow Jones también bajó, los Tes de 2024 cerraron al 6.174% y todo quedó revuelto por el temor a más problemas por la guerra comercial de Estados Unidos y China. Todos los activos cerraron su jornada de manera complicada.

 

Veremos qué pasa hoy. Volviendo a la película recordé el metro de París, sonó Jazz, hubo erotismo y también hubo besos que dicen más que las palabras. Según Juliette, a veces se siente bien no hablar. “Me voy, pero solo yo lo sé” decía otro personaje de la película también. Ahí les dejo la inquietud. Si se la ven me cuentan. Todos tenemos una bella luz interior.

Un chocolate que vino de Rusia

Hace poco un amigo viajó a Rusia y retornó a Colombia preciso antes del Mundial; se perdió de ver a Mbappé ahí pasando a la final, se perdió de ver los berrinches de París San Neymar y se perdió de ver a la presidenta de Croacia. El hecho es que él tuvo un detalle conmigo: me trajo un chocolate delicioso, con una envoltura de una niña pintada, envoltura que metí en medio de las páginas de un libro, para aromatizarlo y para llenarlo de aun más belleza. Literatura que huele a chocolate. Lo único raro es que todas las letras, datos calóricos, características y demás de todo el producto, todo estaba en ruso. No pude descifrar ni siquiera el nombre, nada, así que me vi obligado a bautizarlo: fue un chocolate marca Duarte.

 

Igual de dulce que ese chocolate ruso fue la subasta de Tes de corto plazo ayer: cortaron al 4.90% y me llamó la atención el bid to cover de 3.32 veces; ese dato me pareció alto, quiere decir que estuvieron demandados. También vi un petróleo a 74 dólares e interés creciente por las acciones de la Empresa de Energía de Bogotá; hoy valen 2.030 pesos aproximadamente, tal parece que podrían tener buena valorización a futuro y las entidades autorizadas recibirán posturas por estos días. Todo lo que represente dinamismo es bien recibido aquí en la junta directiva de La vida en Finanzas.

 

Estaré atento a todo lo que se manifieste hoy en la vida: olores, sonidos, mariposas, letras, simplicidades y pálpitos. Les mantendré al tanto.

Matrimonios eclécticos y tusas color rojo bermellón

Es mi misión compartir y difundir la tusa que hay en este momento en el hogar, pero tranquilos y tranquilas que no es por mi parte. Proviene del lado adolescente, debido al ya anunciado y debidamente confirmado matrimonio de Justin con Hailey. Así es la vida, Justin Bieber se casará con Hailey, la sobrina de Alec Baldwin. Sin embargo hay esperanzas aun con el príncipe Louis, quien fue bautizado ayer en la capilla Real del Palacio St. James. Me olvidaré de este tema entonces por unos 16 años, por ahora. Ahora el tema es la Eurocopa, mi Croacia y el Tour de Francia.

 

Ayer en un comité con la gente de investigaciones económicas, por cierto un equipo que me parece súper chévere, comentaban que hay alertas por la cartera comercial, un ítem de la economía que anda muy rezagado. También pude ver que el índice por excelencia de las acciones estadounidenses, el Dow Jones, subió 1.31%. Hubo declaraciones de Mario Draghi sobre una inflación europea que convergería hasta su meta del 2% a largo plazo y también hubo minutas del Banco de la República, unas minutas que ya no publican quince días después sino al cabo de un menor plazo.

 

Existe la vida en video, existe la vida en vivo y en directo, existen los platos deliciosamente preparados, esos que motivan a cerrar los ojos y a deleitarse. El dólar se sube de 2.869 a 2.885, se dan ritmos eclécticos y veo esto en mi libro que leo actualmente: “abedules plateados de tronco inmaculado, copas de acafresna de color rojo bermellón”.

 

Qué belleza.

 

Fríjoles funzanos, mundos cuánticos y hombres hormiga

Anoté gol para que ganara Croacia; perdón, Rakitić, con su pelo, anotó gol para que ganara Croacia ante Rusia. Esto lo vi el sábado en Pacho Parrilla, un restaurante de un amigo en Funza, donde comí fríjoles funzanos, por decirlo así (ese el gentilicio). Si están leyéndome en otro país y no saben dónde es Funza, les diré que es un municipio a 45 minutos de Bogotá, capital de Colombia. Si quieren darse una vuelta por allá me avisan para recomendarlos, mis queridos lectores. Sí, pasaron Francia, con el gran Kylian, Bélgica, Inglaterra y Croacia.

 

Y bueno, como no todo es fútbol, felicito al equipo colombiano de patinaje que quedó campeón mundial en Holanda, lo máximo. Y como tampoco todo es fútbol o patinaje, el viernes hubo dólar a 2.873 pesos  y algo curioso con la moneda de un país hermano: el peso mexicano. Esta moneda se devaluó antes de las elecciones, por temores ante los gobiernos de izquierda y demás, llegando hasta niveles de 20.96 pesos mexicanos por dólar. Luego de haber ganado López Obrador, empezó a revaluarse y ahora está en 19.04. Es curioso que ahora se esté revaluando, es como decir que antes había temores y ahora no. Eso reflejan las finanzas.

 

También hubo 11 datos en Estados Unidos, de los que rescato un desempleo del 4%, así está el desempleo allá. Aparte de julios del 20 al 5.21%, vi hombres hormiga, vi avispas, vi muchos insectos, mundos cuánticos y claro, oí mucha música.

 

La vida tiene muchas, muchas más aristas, más cosas interesantes de las que creemos. Más de las que nos quieren hacer creer.

Yatra, zapatos e inflación del 0.15%

 

Ayer a las 7pm, mientras mucha gente hacía varias actividades deportivas, lúdicas o hasta académicas, mientras también otra gente se disponía a ver el noticiero del Senado (yo no, claramente), a esa hora publicó el Dane el dato de inflación de junio. En mi video instagramero (de @kemistrye) había dicho que las encuestas de Bloomberg arrojaban un 0.17%, incluso había gente por ahí que creía que iba a ser un 0.30%, no sé, el hecho es que fue 0.15%; con esto queda la anual en 3.20% y 2.47% lo que va de 2018. Es bastante más baja, comparativamente hablando, que la de otros meses.

 

Los precios suben, eso es algo que tiene que ocurrir; digamos que cuando una economía es dinámica, hay más demanda y eso motiva a subir los precios. Lo raro es que bajen o que suban demasiado, como el caso de Zimbabue. Antes yo solía decir que cuando algo me motivaba, me producía inflación; y a su vez, cuando algo me desmotivaba me producía una desinflación. La vida es eso: una mezcla de inflaciones y desinflaciones, tienen que existir las dos para que una valore la otra, para que una justifique la otra.

 

Valoro, o más bien me produce inflación, el Kínder Bueno. Aunque me produjo desinflación unos zapatos que vi hace un par de días, de los cuales no daré detalles, se dice el milagro pero no el santo.

 

Y bueno, llegó la Selección Colombia, les mando un abrazo y los felicito. Vi cantar a Yatra, muy bacano Yatra. Ya tra, ya tratamos de pasar pero no se pudo.

 

 

El fenómeno One Direction

 

Ayer fue 4 de Julio y día festivo en Estados Unidos, por aquello de lo del Día de la Independencia. Lo menciono porque estamos en un mundo financiero cada vez más interrelacionado, entonces al ser festivo allá pues hay muy poco movimiento en todo el mundo. Por ejemplo, aquí en Colombia tengo entendido que las operaciones de dólar se cierran pero no se cumplen ayer sino luego: t+1 o t+algo. Los Tes, o sea los títulos colombianos, también estuvieron quietos, sus valoraciones no se movieron mucho. Poca dinámica, gente pidiendo precios, calma general, cero fútbol, libros japoneses, botas Dr Martens violeta, Bella Hadid en la Vogue y videos filmados por mí como por la séptima con treinta.

 

Siempre hay música y dentro de esto hay un fenómeno musical que he seguido de cerca y en verdad no he visto nada parecido. Es usual que triunfe un grupo de niños o niñas y que luego algunos se independicen y cojan vuelo. Le ocurrió a Justin Timberlake con N Sync, a Geri con Spice Girls, qué sé yo, Beyoncé con Destiny’s Child. Pero que triunfen todos, eso sí me parece la locura. Eso es lo que ha ocurrido con One Direction.

 

Primero se fue Zayn Malik y terminó por allá cantando con Sia y cuadrado con Gigi Hadid, la hermana de Bella, la del primer párrafo, la de la Vogue. Luego Harry Styles ha sacado canciones excelentes como Sign of the times. Luego el tercero, Louis Tomlinson, tiene canciones buenísimas, como por ejemplo una que canta con Bebe Rexha. Liam Payne es amigo de Zedd y de J Balvin, muy bien; y por último el gran Niall Horan tiene álbumes muy buenos. Gran cantidad de talento, es un caso en verdad irrepetible.

 

Nos dejan ellos un gran ejemplo: con talento, ganas y constancia todo se puede lograr, estoy seguro.

Signos de exclamación y amores a la deriva

Tengo una persona muy cercana, a quien adoro, persona favorita, que siempre me corrige el mal uso de los signos de exclamación. Él gusta de mi forma de escribir pero siempre manifiesta su desazón al poner al final de mi escrito un somero “Buena suerte!” o “!Buena suerte¡”. Yo ya tengo siempre clarísimo que para el español, si voy a hacer una pregunta pongo el signo que abre y luego el que cierra (así : ¿?), pero con los de exclamación me daba como lo mismo, no sabía bien. Ya no, ya lo asumí y lo incorporé: primero es con el punto para arriba y luego para abajo. ¡Sí señor! Aprovecho entonces para decir: ¡qué tusa la de mi equipo futbolero!

 

Qué mal, en serio. Pero ya no puedo hacer nada. También por otro lado hubo un soso Suecia-Suiza en Sasaima, como para trabalenguas, mientras en las mesas de dinero fueron comprados los Tes (jul24s hasta el 6.09%) y vendido el dólar (hasta 2.909 pesos), ante nada de datos y fines de bisemana. Ya sabemos que en fin de bisemana no puede haber descuadres y la faltriquera debe usarse con austeridad y exactitud.

 

Hay muchas cosas de México últimamente: eligió Presidente, salió del mundial, tiene serie de Luis Miguel de Netflix y también una película que vi el lunes con perro caliente: Amor a la Deriva. Muy tierna, romántica y graciosa, el mensaje es tratar de ponerse en los zapatos del otro. Por ahí estuve viéndomela, sí, antes de la tusa de ayer. Sniff, ahh no perdón: ¡Sniff!

 

Buena suerte para hoy.

 

p.d. el video de mi tusa lo pueden ver en mi instagram @kemistrye , recuérdenlo.