Signos de exclamación y amores a la deriva

Tengo una persona muy cercana, a quien adoro, persona favorita, que siempre me corrige el mal uso de los signos de exclamación. Él gusta de mi forma de escribir pero siempre manifiesta su desazón al poner al final de mi escrito un somero “Buena suerte!” o “!Buena suerte¡”. Yo ya tengo siempre clarísimo que para el español, si voy a hacer una pregunta pongo el signo que abre y luego el que cierra (así : ¿?), pero con los de exclamación me daba como lo mismo, no sabía bien. Ya no, ya lo asumí y lo incorporé: primero es con el punto para arriba y luego para abajo. ¡Sí señor! Aprovecho entonces para decir: ¡qué tusa la de mi equipo futbolero!

 

Qué mal, en serio. Pero ya no puedo hacer nada. También por otro lado hubo un soso Suecia-Suiza en Sasaima, como para trabalenguas, mientras en las mesas de dinero fueron comprados los Tes (jul24s hasta el 6.09%) y vendido el dólar (hasta 2.909 pesos), ante nada de datos y fines de bisemana. Ya sabemos que en fin de bisemana no puede haber descuadres y la faltriquera debe usarse con austeridad y exactitud.

 

Hay muchas cosas de México últimamente: eligió Presidente, salió del mundial, tiene serie de Luis Miguel de Netflix y también una película que vi el lunes con perro caliente: Amor a la Deriva. Muy tierna, romántica y graciosa, el mensaje es tratar de ponerse en los zapatos del otro. Por ahí estuve viéndomela, sí, antes de la tusa de ayer. Sniff, ahh no perdón: ¡Sniff!

 

Buena suerte para hoy.

 

p.d. el video de mi tusa lo pueden ver en mi instagram @kemistrye , recuérdenlo.

 

 

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