Huevos cocidos, tasas inalteradas y eventualidades

Ayer a las 5:30pm, hora en la que salí de la oficina, aun no se sabía qué había ocurrido con las tasas de interés del Banco de la República. La reunión duró bastante y luego de varias horas me informaron que habían decidido dejarlas inalteradas. Se mantienen entonces al 4.50%. No podemos decir con seguridad si se acabó el ciclo bajista o si tal vez el otro mes las bajen, eso no lo sabe nadie. Lo que sí podemos es pensar y creer que es muy probable que el ciclo bajista haya llegado a su eventual fin; así hablamos los economistas, somos los reyes del habría, del podría, del coyuntural y de las eventualidades.

 

Bueno, a veces me pregunto si yo persigo las historias o si las historias me persiguen a mí. No sabría definirlo con exactitud, lo que sí puedo es asumir esa realidad y aprovecharla, para bien mío y de ustedes. Ayer estaba en una conocida estación de Transmilenio y vi una canasta coqueta en forma de gallina. La señora vendía huevos cocidos a 600 pesos, así que me emocioné mucho y le compré uno. Lo consentí, lo besé y lo guardé en mi maleta azul turquí. Luego llegué a la oficina, lo descascaré y me lo comí a cuatro mordiscos, cerrando los ojos, con sal, con amor y con deleite.

 

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿me persiguen las historias o yo a ellas? ¿se acabó el ciclo bajista? No tengo ni idea, el hecho es que, como me dijo por ahí una alumna, somos inversionistas y no debemos poner todos los huevos en la misma canasta.

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