10 de Febrero – Annie y el pato laqueado

Buenos días:
Empezó la semana nuevamente y la tendencia alcista en tasas continúa. En el libro que leo, “Tres noches” de Austin Wright, vi una nueva palabra que bien puede aplicarse aquí. El mercado estuvo estragado, o sea dañado, con estragos. Es que sí, el ruido por las recomendaciones de bancos grandes de quedar neutros en Colombia, llámese como se quiera llamar, implica salirse de la deuda pública, o sea vender. Es vender los estragados títulos. Los sept19s pasaron del 5.40 al 5.46, los UVR21s del 2.48 al 2.61 y los jul24s del 6.55 al 6.61. La respuesta cuando alguien pregunta qué ocurre no debe ser “institucional vendiendo” sino “instituciones vendiendo”. Todas las instituciones. Pero ya aquí entrados en materia sabemos que se vuelven a formar niveles de compra atractivos, y ya ese horizonte parece despuntar. Así como despunta el sol de la mañana y nos calienta mientras caminamos con adminículos hacia el transporte diario, con yogur en mano. El dólar sí se relajó un poco, pasando de 2.385 a 2.366.
Tenía ganas de probar el pato laqueado, gran plato de la cultura gastronómica china, sin embargo no lo encontré, lo más parecido fue el pollo al vino (o albino). Así que almorcé y apunté estos tres importantes cierres: nov18s al 5.35, jun16s al 4.813 y may22s al 6.47. Luego vi que los jul24s cerraron al 6.655 con bastante temor, hubo 78k en acciones y 427k en futuros específicos. En ausencia de noticias así cerraron las cosas, un poco estresadas y con unos tesoros que se subieron del 1.9384 al 1.9758. Como monitoreo de simultáneas, sus tasas estuvieron entre el 2.5% y el 4.6% con un volumen de 3.4bn.
Fue uno de esos días en los que los objetos se mueven por inercia. A propósito, así se movía una niña huérfana muy tierna llamada Annie mientras iba todos los días al mismo restaurante a ver si sus padres volvían ahí a pedir el mismo plato que habían pedido años antes. Ella espera y espera a sus padres de sangre, mientras duerme en un inquilinato en Harlem. Mientras va transcurriendo la historia, ella canta y es salvada de un accidente en carro. La salva un señor millonario que quiere ser alcalde de Nueva York. Mientras siguen cantando (vaya emoción que producen los musicales!!) las cosas se van resolviendo. Qué bonita película Annie, genera la dosis perfecta de lágrimas, de risas y de música. Los Tes también están huérfanos, pero no cantan.
Buena suerte para hoy!!
Jorge Alonso Ruiz Morales
trader moneda legal
Corficolombiana
tel 3279925
twitter @kemistry09

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