El mapa de las pequeñas cosas perfectas

Anda en rotación una bella película que se llama así, El mapa de las pequeñas cosas perfectas, con la actriz de The Society. Kathryn Newton. Está en Amazon, búsquenla, es muy linda como les digo, pero no es mi intención hablarles de la película ni dar spoilers. 

Dentro de los temas que tocan ahí, están esos pequeños momentos que se dan en la vida, que son tan pequeños pero tan inmensamente perfectos, esos eventos que muestran la aleatoriedad del mundo, de la naturaleza que tenemos a nuestro alrededor. No tenemos que vivir en el campo necesariamente; no más en el parque de la esquina podemos ver la belleza del mundo. Gran porcentaje de mi mente se fija en estos eventos. Por estar mirando lo aparentemente importante, lastimosamente dejamos de mirar lo esencial (por ahora). 

El olor en el ambiente cuando escampa, los charcos, cómo se evapora el agua, las piedras, encontrarle formas, ver las nubes, patear una piedra y ver que de pronto puede irse a la izquierda o a la derecha, ver también esas arbitrariedades de la vida. El sabor a limón del trébol, encontrarse un bicho diminuto caminando por el pétalo de una flor, el olor de la tierra mojada, una hormiga cualquiera cargando una hoja. Cuando llueve y cae granizo, el hielo golpea en el vidrio de la ventana y es mágico hallar patrones en los sonidos. ¿Porqué? porque sí. 

Muchas veces me baño y fabrico un dique entre el pecho y el codo. Ahí se empoza el agua, se empieza a rebosar y a veces el agua cae hacia la derecha, a veces hacia la izquierda. ¿Porqué? por esas aleatoriedades inexplicables. Lo arbitrario y hermoso. La otra vez sin querer le pegué a un pedazo de papel y cayó perfecto, sin ni siquiera rebotar, en medio de las ranuras de una alcantarilla. Tener frío y luego sentir el calor proporcionado por una comida calórica, luego recibir el sol cuando paseo a mi bella mascota. Sentir la infinitas formas que puede adoptar algo tan cotidiano y normal como las manos. No hay máquina más útil que una mano. Cortarse las uñas y notar que luego están creciendo, ¿Cómo crecen las uñas? sí, si estamos tan ocupados, solo vamos a tener tiempo para pensar en lo inmediato. Es más, probablemente a estas alturas ya alguien dejó de leer. No tenía tiempo seguramente.

Ver cómo explotan las palomitas de maíz, sentir el sabor de las naranjas, de las feijoas. Untar los dedos de tinta china y plasmar una huella, indivisible e inigualable. ¿Porqué no hay ojos iguales? Si todos tienen rostro, dos ojos, una nariz y una boca ¿cómo es que no hay nadie igual? Son las pequeñas cosas perfectas.

Las gotas, las arrugas, los pliegues, el arco iris. Un perro emocionado al ver a su amo.

Piensen en alguna pequeña cosa perfecta y me cuentan. 

P.D. Estoy matado con “Las inseparables” de Simone de Beauvoir y “Travesuras de la niña mala” de Vargas Llosa. Estoy matado, absorto, inmiscuido. Son dos cosas absolutamente perfectas. Pero esto será para la próxima ocasión.

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