¡ Extra ! ¡Extra !

Recuerdo cuando era niño.

Bueno, más bien recuerdo cuando tenía menos años, ya que en mi caso la niñez permanece intacta. En fin, tenía diez u once años y siempre les pedía a mis papás que me compraran el periódico. Ellos llegaban con El Espectador, yo llegaba del colegio, me cambiaba de ropa y lo leía. Imaginemos por un momento el contexto: eran los noventas, yo tenía una grabadora donde oía los casettes cromados que mis primos me regalaban (Francisco me grababa mixes de Energy y Felipe de heavy metal) y un tocadiscos donde ponía uno de mis primeros acetatos, uno de los primeros de una colección que crecería y se convertiría en mi pasatiempo número uno, incluso por encima de la escritura. Me encantaba abrir el periódico y ver la diagramación, cómo en un cuadrito había una foto al lado derecho, luego con una letra diferente había una frase, imaginaba que había alguien encargado de redactar las noticias y escribía a máquina, delicioso, imaginaba cómo todo se imprimía y cómo se empaquetaba en un producto que en últimas, ayer y hoy, siempre me ha parecido barato por todo lo que contiene.

Entonces en vacaciones lo que yo hacía era inventarme periódicos: en tres o cuatro hojas inventaba un diseño, ponía algún titular, por ejemplo me inventaba que el Papa llegaba a Popayán, o que la reina Isabel tal cosa, no sé, para luego ir al horóscopo. Me inventaba el horóscopo, incluso recuerdo que una vez una tía decía, con tono jocoso, que yo había puesto a todos en dieta y a todos les había puesto un amor furtivo, ya que ese era el mensaje que escribía, no importaba cuál signo zodiacal fuese. También me inventaba el crucigrama y ponía un par de clasificados. De hecho me encantaba leer los clasificados: me parecía, aún hoy me parece, fascinante que un señor venda un carro en la carrera 4, que otra señora busque un electricista o que alguien por motivo viaje tenga que venpermutar su renoleta. El verbo venpermutar se convirtió en toda una novedad para mí.

Siempre quise escribir, siempre inventaba historias. Siempre escribía diarios. Siempre amé la música. Siempre tuve la certeza de que esto debía estar presente en mi vida.

Me encantaría ahora hacer un periódico. Las ideas que quiero escribir y compartir sobrepasan un blog o un set de historias en las redes sociales o un par de párrafos de Facebook. Lo que hay en mi mente es mucho más. Me encantaría crear el periódico y que en una hoja hablara de conceptos financieros académicos, en otra de música, en otra de cine, en otra de series, en otra de los libros que leo, en otra alguna historia corta de ficción y otra de solo romance. Todo hecho por mí. Me encantaría repartirlos a la manera antigua, en bicicleta, como Osías el protagonista de mi libro. O me encantaría repartirlos en la estación de Alcalá o por ahí por la séptima cerca al Museo Nacional. Repartirlos con una sonrisa. ¿Vergüenza? Algo así vociferaría:

-Señoras y señores, Extra, extra, reciban la edición de hoy de mi periódico, está recién escrito, no se pierdan en la página 3 todo sobre los cuentos de Virgina Woolf y de Mark Twain, reciban mi periódico, Extra, en esta edición todo lo relacionado sobre el último álbum de Timmo, todo un álbum desbordante en Techno, recién salido del horno-

-Oye, niña, tú, recibe mi última edición de mi periódico, hay un reportaje especial sobre los últimos capítulos de The Umbrella Academy, ya próximos al estreno de la nueva temporada el 31 de Julio-

-Oye, niño, en la edición de hoy todo un análisis de Dark, the Politician en su segunda temporada, Titans y del Ulises de Joyce, hey muchacho, hoy Extra extra, todo sobre Carmen Posadas, sobre María Dueñas, la muerte de Ruiz Zafón, todas las polémicas declaraciones que dijo mi amigo el vendedor de sandía a su novia, con motivo de una posible pedida de mano, todo aquí en la sección de Ficción. Extra, extra-

-Extra, señora y señores, en la sección de Moda todo sobre el Shoefight, sobre el cómo vestirse siempre bien y sin sudaderas ni pijamas ahora en cuarentena, todo sobre los nuevos estilos de uñas violeta oscuro, hey, aquí todo en la sección de Moda-

La vida es solo una. Prendan las máquinas. Venpermuto amor y sentimientos por historias.

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