Debo ponerme al día con ustedes mis lectores, antes que Ellen Allien, con sus gigs en vivo en “Le jardin suspendu” en París, robe mi cordura y arrebate mi consciencia físico-temporal: el dólar el viernes bajó de 2.930 a 2.916,50 pesos, ante títulos que también bajaron de tasa, o sea subieron de precio: los mayos del 22 cerraron al 5.779% y los julios del 24 al 6.13%. Está también en primera plana una reunión que hizo la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo)  para aumentar la oferta mundial de este activo; debido a esto, el petróleo el viernes subió de 65.93 a 68.72 dólares por barril.

Por otro lado miro a mi alrededor, hay perros Yorkshire, veo gente caminar, veo días del padre, lasagnas, feos dinosaurios abriendo sus bocas mientras yo también abro la mía para degustar palomitas, mitad dulce mitad saladas. Muy contento también por los goles de Colombia, una emoción de medio día que sirvió de abrebocas, de aperitivo, para el almuerzo familiar y hogareño conmemorativo del día de ayer, una celebración del día del padre que había sido aplazada. Cuadrados, Minas, cabecitas, emociones.

Escribir para eternizar algo pasajero, eso lo leí por ahí y lo asumo como mío, como una de mis funciones en la vida. Escribo para y por algo. También respecto al sábado, hay una frase que cae como anillo al dedo: “El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y al final siempre gana Alemania”. Impresionante. Colombia y Alemania impresionantes.

Todo puede pasar en el último segundo.