Jornadas con pocas declaraciones, con bajo nivel de noticias y con bastantes expectativas; así podría decirse que fue ayer. Vi que el Ministro de Hacienda está optimista con la inflación de este año y pues, vaya, eso también me gusta a mí así que yo también lo estoy. Hubo compras en los Tes, dejando el guarismo del rendimiento efectivo anual en 6.86% para los muchachos de julio de 2024 y el dólar a 2.984 pesos.

Ha habido varias referencias culturales últimamente. Bastantes, así que tan solo voy a centrarme en dos cosas hoy: En primer lugar, existe un escritor, Rodrigo Fresán, quien tiene una trilogía de libros cuyos nombres representan las tres maneras de abordar una historia. Está por un lado La parte Soñada, por otro La parte Inventada y por último La parte recordada. Así se llama cada uno de los tres. Si queremos hacer una historia existen esas tres armas, por decirlo así. No es tan sencillo separarlas pero ahí están.

Respecto a la última parte, La parte recordada, siento a veces varias complicaciones, y ahí viene la segunda cosa de la que les quería escribir. Y es que sí, a diferencia de lo que creemos, me parece que el pasado es más incierto que el futuro, puesto que debemos estar siempre recordándolo e inventándolo, con el sesgo que eso implica. Nada más incierto que el pasado, puesto que reposa en mentes inciertas.

Sin embargo, qué rico y qué necesario es recordar. Hay que calibrar siempre lo soñado, lo inventado y lo recordado. Esa es mi labor.

Buena suerte para hoy!