(fuente: Napster Music News)

No he querido averiguar si anoche llovió en el concierto de Guns and Roses. Hoy que salía de mi casa vi el titular y de inmediato, como cuando a uno le dicen que no mire, me hice el loco y cambié de canal. Seguro luego me enteraré. Lo que quiero traer a colación es el mítico concepto de la vez pasada, en el que luego de muchos inconvenientes técnicos, algo de violencia y pérdidas operativas, se presentó el mismo grupo en Bogotá en 1992. Un primo me contaba que ese día fue épico y que, claro, cuando cantaron November Rain fue la locura, en plena época de años 90, Nike Pegasus, Mr Vain, Dr Alban y demás. El tiempo pasa y claramente el cantante no es el mismo de hace varios años, seguro ahora tiene el colesterol alto y problemas de presión, pero lo bonito de la música es que siempre es igual. Seguro fue un buen evento y quiero pensar que no fue violento como el de hace 24 años. Si saben cómo estuvo, recibo comentarios.

En cuanto a los eventos decembrinos del mercado financiero, diría yo que November is the new December. Es decir, casi todas las celebraciones de fin de año no son en diciembre, sino que son este mes.  Anoche en Cacio e Pepe hubo un buen evento de Corredores Davivienda con pasabocas deliciosos, pero en donde lo que más rescato es saludar a la gente que uno no ve siempre. Es lo más agradable, además en un ambiente tipo cocktail se puede hablar un poco más. Resalto mucho unas, por decirlo así, bolitas de risotto con una mantequilla por encima, espectaculares. Y sí, siempre la gente, ver la gente en  persona, no solo en letras, es lo más bonito. Una amiga hizo un movimiento efímero y salió volando su arete, una perla muy bella con un reborde dorado. Por más que buscamos, el arete nunca apareció. Puedo haber salido volando, se desapareció. Si de pronto van, les recomiendo la perla.

Hoy los saludos cordiales se darán pero en Andrés D.C. con la gente de Credicorp, otrora Correval. Hoy es a bailar champeta, de pronto allá encuentro la perla. O de pronto me encuentro a Axl Rose.

Saludos!

(súper delicioso……fuente: tripadvisor.com…no tomé fotos yo)

Se van firmando próximamente aspectos y cuestiones dentro del enredado entorno político, con unos de acuerdo y otros en desacuerdo, mientras hay huracanes, de nombre Otto, que amenazan la isla de San Andrés. En Estados Unidos, si bien teóricamente no hay huracanes, sí hay turbamultas por propuestas políticas de nuevos mandatarios de pelos rubios, un poco extremas por decir lo menos, a pocas horas de celebrarse el día de Acción de Gracias; y bueno, también a pocas horas de vitrinear de manera virtual en el Black Friday, buscando conseguir los requerimientos plasmados en las cartas al niño Dios. Eso es todo lo que va ocurriendo, mientras el dólar sobrepasa los $3.200 pesos y el Tes de julio de 2024 renta un 7.38% efectivo anual. Situación bizarra.

Si de pronto están reunidos y leen esto por la mañana podrían antojarse para el almuerzo. Más sin embargo si acaso leyesen la recomendación que viene a continuación en horas de la tarde, pues no importa, bien podrá servir para la cena. Ayer estuve en Casa Bizarra en la zona G, siempre había querido ir. Terminé, con mi acompañante, sentándome en una mesa antigua adaptada de una máquina de coser antigua, de esas que usaban nuestras abuelas. Cada ciertos minutos aprovechaba para, con mi zapato izquierdo, emular la pedaleada y así activar el sistema de poleas que indefectiblemente al final hace la labor de zurcir el pedazo de tela. De entrada pedimos dos ceviches (o cebiches), uno de camarones y otro de pescado. Bellos patacones larguísimos adornaban la mezcla. Como tenía algo de sed, la degustación de los frutos del mar fue acompañada de un jugo de fresa banano en su punto exacto de temperatura. Pueden imaginar esto servido en copas altas. Luego de plato fuerte pedí un lomo al vino en cama de puré de papa. La salsa del vino tinto la iba degustando, entonces por un lado cerraba los ojos y por otro lado movía mi pie izquierdo en la máquina. Todo fue delicioso y así veíamos cómo llovía a ríos, o a mares.

La palabra “Bizarra” en teoría no es la traducción de “Bizarre”, o sea “extraña”. En teoría significa “gallarda”, o “valiente”. Pero supuestamente la RAE ahora ya permite la acepción de extrañeza. Sea como sea, así sea una casa extraña o una casa gallarda, igual fue delicioso. Y al haber tantos elementos tan acogedores en su decoración, dejó de ser extraña para mí desde que entré y por ende me llenó de gallardía.

Buena suerte!

El martes pasado tuve la oportunidad de estar en un desayuno en la Residencia de Francia, en el que pude recibir información muy interesante acerca de la economía francesa, de cómo se ha recuperado, de todo el potencial que tiene hacia el futuro y de las innumerables ventajas que presenta para las empresas que se están creando y para las que ya están creadas pero tienen dentro de sus planes ampliar sus mercados e instalarse allá.

Francia tiene en este momento varias leyes que reducen costos de mano de obra y dan más facilidades a empresas, al otorgar por ejemplo más flexibilidad en los contratos temporales y reducir la carga administrativa. Para un inversionista que quiera formar empresa allá, esto me llamó mucho la atención, existen 5 procedimientos y 7 días para crearla; contrasta en gran medida con el promedio del grupo del G20, en el que son 7.6 procedimientos y 22 días. ¿Cómo está Colombia en este rubro? No lo sé, pero seguro este es un modelo a seguir, seguro es un patrón de eficiencia a la hora de crear nuevos negocios que deberíamos mirar y aprender de él.

Hay varios conceptos en todo este tema. El primero de ellos es la agencia pública llamada Business France: aquí se le brinda al inversionista todo lo necesario en cuanto a acompañamiento y asesoría. Ha habido muy buenos resultados y existen empresas colombianas que tienen sedes allá; la idea es que haya muchas más. Existe también La French Tech, con buen capital para acelerar el crecimiento de las empresas emergentes y de las empresas digitales, además de atraer futuros talentos. Hubo otro concepto que me encantó: Créative France, el cual busca mostrar toda la creatividad que existe allá, todo lo que se ha logrado, además también para cambiar el paradigma de que Francia es solo perfumes o moda. Para nada, Francia es la quinta economía mundial y ha tenido un desempeño en su PIB muchísimo mayor al de la zona Euro como conglomerado.

(fuente: ePressPack)

Con todo esto que han leído, haciendo un alto en el camino, no es difícil deducir que Francia es el primer país europeo en el top 100 de los más innovadores. Como si fuera poco, en 2017 se instalarán 1.000 start-ups en la mayor incubadora de empresas del mundo: Halle Freyssinet. Queda claro que el atractivo ahí es todo, además veía que los gastos en investigación y desarrollo tienen deducciones fiscales.

Hay costos de explotación bajos, optimización en regímenes aduaneros, incentivos en impuestos, menores costos de mano de obra y de energía eléctrica y la primera red de carreteras en Europa. Decían que distancias de 200 ó 300 kilómetros, que aquí representan tiempos de recorrido considerables, allá son rápidos de recorrer, debido a la amplia y vasta infraestructura vial. Todas estas mejoras e incentivos en leyes aportarían 4.8 puntos básicos en el crecimiento del PIB para 2020, algo bastante considerable y para nada trivial.

Todo esto en cuanto a Francia en general, pero no hemos mencionado a su niña consentida: París, la impresionante ciudad Luz. Quitando los sentimientos, que darían para un libro entero, y basándome en la objetividad, París tiene 12 millones de habitantes y la visitan 46 millones de turistas al año, es el séptimo centro financiero mundial y es el primer mercado de capital de inversión en la zona Euro. Ahí nos damos cuenta de que los clichés del vino y de la moda son eso, clichés. Este impresionante país tiene mucho más, tiene todo de más.

Este mes se considera el Mes de la inversión en Francia, y tener en cuenta que su PIB aumentaría un 1.5% ahora en 2016, debido a la base tan grande, es pensar en una enorme creación de valor, un gran valor al que el inversionista puede acceder. Está todo en la bandeja para que siempre se creen nuevos negocios entre Colombia y Francia. Ya no existe la Visa para entrar y todo lo que viene es favorable para el ciudadano y el empresario.

Como si fuera poco, el próximo año será el Año Colombia-Francia 2017. Habrá múltiples actividades culturales y de acercamiento entre los dos países, para que sea cada vez más fácil invertir allá. De todo esto les iré contando a medida que me vaya enterando. Todo está por venir. Au revoir mes amis.

(este es Dr strange….fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Doctor_Strange)

Hace unos días leí por ahí la noticia de que Bob Dylan por fin se manifestó y no va a asistir a la ceremonia del premio Nobel. Seguramente los fans dirán que él está en todo su derecho, que él está por encima del bien y del mal y que para qué va a asistir a una ceremonia de una Academia retrógrada. La verdad no lo conozco ni me interesa conocer su música, pienso que en este espectro tan gigante ahora y con tantas cosas tan espectaculares e indie y también con tan poco tiempo del que disponemos, no me voy a poner a estas alturas de la vida a sacarle la disposición para analizar sus letras de sus canciones de folk. No sé cómo sea de artista, pero lo que yo esperaría de un ídolo es escribir algo así como “estaré ahí y estoy muy contento de compartir este premio con ustedes”. O, si no puede efectivamente, aunque no creo que exista la manera de aplazar una cena tan importante como esta, decir por qué razón no puede asistir. Esta actitud hace que me dé más pereza averiguar sobre su vida. Dice poco sobre sus cualidades humanas. Y claro, los fans dirán que de él no importan sus cualidades humanas, sino su música; el fan siempre tiene argumentos para todo.

Me quedo más bien con Dr Strange. Me mandaron información sobre esta película, muy muy buena, y entre varios datos curiosos está que usaron 6 Lamborghini, muchos diseños geométricos, fue rodada en Londres, Nueva York, Katmandú y Hong Kong y lo más difícil fue hacer que la capa volara. De hecho se usaron 18 capas diferentes. Cuentan las anécdotas que Benedict Cumberbatch, el protagonista, tuvo un receso, en medio de tanta filmación, y salió con su familia una horita a tomarse un café en el Greenwich Village en Nueva York. Dicen que la gente de ese café, pónganle unas 40 personas, se volvieron locas al ver entrar a Benedict disfrazado de Dr Strange, casual, pidiendo un capuchino con pan. Debió haber sido épico y colosal ahí la gente tomándose selfies. Todavía alcanzan a ir a vérsela con buena dosis de palomitas.

(dicen que este es Bob dylan…….fuente: Biografias y Vidas .com)

Uno viene al mundo a ser persona. Por lo menos yo sí. Si estar por encima del bien y del mal implica ser así, prefiero estar por debajo de ese bien y de ese mal. Me quedo con otros mil artistas más; entre Bob Dylan y Dr Strange, me quedo con Dr Strange.

(fuente: http://www.cinecolombia.com/bogota)

Una de ellas me enseñó, o más bien me corroboró, que la herencia se deja en la cabeza. Otra decía, a medida que iba moldeando una deliciosa arepa, que el libro de la vida es tan grande que uno nunca acaba de leerlo. Y otra de estas señoras tan encantadoras decía que para donde vamos no necesitamos nada. Sus testimonios traen consigo toda la experiencia de los años vividos, entre alegrías, tristezas, pérdidas, amores, desapariciones, maíz y cometas.

En el Café-bar llamado “Tangos y algo más” una de ellas recuerda sus épocas en las que bailaba con su novio, mientras con las amigas juegan una partida de cartas. Con la cadencia de boleros como “Luna lunera cascabelera” y el sonido de los pájaros, van transcurriendo los minutos del documental “Jericó: el infinito vuelo de los días”, que acaba de ser estrenado en cine. Para los que no saben, Jericó es un bello pueblo a algo más de dos horas de distancia de Medellín, conocido como La Atenas del Suroeste, debido al alto nivel de cultura de sus habitantes.

(fuente: http://www.cinecolombia.com/bogota)

Siempre me ha llamado la atención la manera en la que se logra esa intimidad y naturalidad en los diálogos, difícil de lograr al tener una cámara en frente. Hablando con Catalina Mesa, la directora, ella me decía que indagando poco a poco se va logrando la confianza. No forzar las cosas, dejar que ellas hablen de lo que quieran hablar, de lo que ellas consideren importante. De esta forma y con el mínimo de luces y requerimientos técnicos, ellas las protagonistas se van olvidando de la existencia de la cámara. De ahí que se hayan grabado 60 horas.

Catalina Mesa me decía que durante el proceso de edición, que se hizo en Francia, se iba puliendo todo. Inicialmente eran veinte personajes, luego doce y al final quedaron ocho mujeres jericoanas. Todas estas píldoras de sabiduría que cada una nos va proporcionando nos generan esa dosis de nostalgia al traernos reminiscencias de nuestras propias familias. A propósito, hubo un caso que me conmovió: el de una señora cuyo esposo tuvo una caída grave, entonces tuvieron que trasladarse a Medellín a que le operaran la columna, dejando sus nueve hijos con una ayudante. Luego el esposo muere, ella debe sacarlos adelante y funda una pequeña escuela.

(fuente: http://revistadc.com/t/actores/)

Hay otra señora que sufre la desaparición de su hijo hace veinte años por problemas de orden público; aun hoy lo sigue esperando con lágrimas en sus ojos. Hay mucha intimidad, rosarios colgados, típicas casa de campo amplias, de puertas abiertas y con figuras religiosas, muchos colores, helados de palito y siempre ahí el sonido de los pájaros. Como dice Catalina, lo que tienen aquí es un trabajo etnográfico y poético.

Es todo poesía este documental. Jericó: el infinito vuelo de los días.

(fuente: okara.com.uy)

El pasado martes 8 de noviembre estuve en un delicioso foro sobre FX, es decir sobre Monedas Extranjeras (principalmente el dólar) organizado por Bloomberg. Recordemos que ese mismo día fueron las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que ya sabemos qué pasó.

Llegué muy elegante al foro aproximadamente a las 5:30 de la tarde, hora en la que no se sabía nada aun. Uno de los panelistas, Alberto Bernal, decía que ese día era el peor día para negociar la paridad peso-dólar.

Y sí, tal vez era el peor día para negociar, no solo monedas, sino cualquier cosa. Supongo que los negociadores de sorgo, de videojuegos, de níquel o de, qué sé yo, contratos de fiducia mercantil también pensaban lo mismo.

Durante dicho foro, de muy alto y sobre todo agradable nivel, se hablaba que por ejemplo el dólar podría llegar a 3.500 pesos si ganaba alguien indeseado. Y es que es un hecho: 2016 fue un año marcado por mucho riesgo político y ambos pesos, el mexicano y el colombiano, son muy vulnerables.

Vimos que, luego del resultado electoral, el dólar ha venido subiendo y el viernes cerró a 3.166 pesos. Hubo buenas discusiones y buenos argumentos siempre, unos más optimistas que otros. Por ejemplo hablaban sobre el hecho de que si no pasaba nada extremo, como por ejemplo una baja en la calificación, igual los flujos inversionistas van a seguir viniendo a Colombia. Ahora hay negativismo y los títulos más famosos, los julios de 2024, cerraron al 7.36% (hace una semana estaban al 7.06%).

Un tema del que se habló también fue del valor relativo de los activos, de estar monitoreando esas divergencias e incongruencias en precios, de fair values dinámicos y no estáticos, además de los niveles ilógicos que se pueden alcanzar cuando pasa algo muy grave y todo se vuelve irracional. Vemos niveles altos ahora y hasta dónde puedan llegar no lo sabemos. Lo que sí es cierto es que, como dijo Joseph Stiglitz en una entrevista radial, “la razón siempre deberá triunfar”.

No se sabe hasta dónde puedan llegar los niveles de dólares, acciones y Tes, todo eso es nerviosismo, y la gente no vive nerviosa siempre. Volviendo al ágape de Bloomberg, luego de varias preguntas e incluso menciones a los últimos premios Nobel, se habló del valor positivo de nuestro país en cuanto a tasas, ya que máximo EE. UU. subiría al 2% y si Colombia baja, se lograrán niveles mínimos del 5%. Aun ahí sigue habiendo atractivo por el diferencial de las mismas.

Hubo coffee breaks, glamur y tentempiés deliciosos, naturalmente; además un gran Master of Ceremonies de corbatín, Ralph Cope. Departiendo sobre varios temas, luego el break terminaría para darle la palabra a Ana Fernanda Maiguashca, codirectora del Banco de la República.

Se habló de los avances que se han venido presentando en el proceso de corregir el desbalance externo. Existe un sector financiero y real que ha soportado los embates y con esfuerzo se han absorbido los choques. Se vislumbra un déficit en cuenta corriente del 4,7%, con un bajo crecimiento del PIB pero con un cuidado riguroso en el nivel de Empleo.

Ahí vamos mejorando y la inflación también va cediendo. Sobre cuándo bajarán tasas no hubo declaraciones específicas; lo importante de todo esto, independientemente del mensaje y de la información como tal, es sentir la energía in situ de los panelistas y de la interesante expositora. Muy bien por Bloomberg. Luego hubo deliciosos makis, con su respectiva salsa de soya y su exuberante Wasabi, luego minihamburguesas, copas de vino que no degusté y varias minidelicias de maxisabores.

¿A cómo estará el dólar esta semana? No lo sé. Los panelistas tampoco, seguramente. Con el criterio del valor relativo tampoco sabría dilucidarlo. Me quedo más bien con lo que dijo John Milton hace varios siglos: “Como no creo en la casualidad ni en la fatalidad, la voluntad es mi destino”.

Feliz semana !

(esto es de revistas.elheraldo.co)

Es imposible e inevitable no escribir. Las ganas de comunicar rebasan con creces las de callar. Y mientras desde mi ventana veo caer y caer agua, siento pertinente mencionar varias cosas. Anoche, terminando ya los estudios que ando haciendo, cursando las dos últimas horas de un largo camino que se fue recorriendo, nos hicieron un homenaje y a cada uno de los postulantes nos regalaron una botella de vino. Lo bello no es que sea vino, ni Jägermeister ni Absenta, sino que sea inesperado. Gran significado tiene esa botella, esa muchacha de la bodega Norton de Mendoza Argentina cuya cepa  en este momento no recuerdo. Y que lo sepa tampoco importa, da lo mismo si es Cabernet Sauvignon o Merlot o Syrah. Esa botella es el símbolo de etapas que van pasando.

También anoche asistí al concierto de Monsieur Periné en Armando Music Hall. Bella Catalina García con toda su indumentaria, energía, coreografías, voz, actitud, todo. Sus acompañantes excelentes, todos talentosos, qué buen concierto. Entre toda la descarga musical, la cual osciló entre jazz, foxtrot, ska, reggae y hasta algo de cumbia, ella se permitió unos cuantos minutos para hablar. Me encantó cuando dijo que nosotros todos los días nos levantamos a sembrar, todos los días construimos libertad y este corazón que tenemos nos ancla al presente. La realidad es el presente. Bueno, qué decir, todos estábamos boquiabiertos. Sonaron trompetas y fue una buena fiesta.

(fuente: Zeleb.co)

Fiesta que contrasta con el pesimismo que se percibe en los otros mundos. Así como en Armando sonaban trompetas, también es cierto que se van armando Trumpetas, se van armando temores ante elecciones no esperadas y de las que solo diré que generaron varios comentarios como la alerta naranja, el contraste entre 11/9 de las torres gemelas Versus el 9/11 de los comicios y datos extremos como un dólar a $3.145 y unos Tes de julio de 2024 al 7.41%.

Es cierto, todos los días debemos levantarnos a sembrar, pase lo que pase, Catalina. Así es.

(fuente: www.cinecolombia.com)

Cartas escritas a mano, esas cartas que transmiten todo el sentimiento en la tinta y en la cadencia; vestidos femeninos largos, cerrados hasta el cuello con múltiples botones pequeños con colores pastel y encajes lila; fotos impresas y además en blanco y negro, en ese papel rugoso y difuso que le llena de carácter, en contraste con las de ahora que están arregladas y filtradas; trenzas en largas cabelleras, silencios, esa mirada de enamorados que se da a la luz de una vela en una isla solitaria; Siempre el amor, un amor que se celebra y comparte hacia los demás en la boda, con bailes hermosos de música Folk.

Hay por ahí un piano, el protagonista luce chaquetas elegantes de color beige, hay muebles de madera fina, camisones blancos y sombreros, unos grandes ladeados en las mujeres y otros firmes y marrones en los hombres. Además, nada más hermoso en una mujer que esas medias veladas blancas debajo de una falda larga, combinadas estas con botines. Nada más bello que eso.

Todo esto lo vi en “La luz entre los océanos”, mi recomendación de este mes. Ocurre en Partageuse, Australia. Me sitúo en 1923, la Primera Guerra Mundial ha terminado, dejando varios traumas y heridas, todas estas visibles e invisibles. Tom Sherbourne es enviado a una isla a cuidar un faro, para que así esté tranquilo luego de haber combatido y de haber visto tanta muerte. Llega el amor cuando conoce a Isabel Graysmark. Ella es interpretada por Alicia Vikander, él es interpretado por Michael Fassbender. Esto es envolvente, tanto así que en la vida real ese beso que tuvieron que darse actuando les impregnó el corazón al otro lado de la cámara. Ellos se enamoraron de verdad y vivieron su romance, ella con esos botines, esas faldas, él con esa elegancia. Corre 1923, imaginémoslo.

(fuente: www.cinecolombia.com)

La historia la pueden ver en el tráiler y es muy buena. Sin embargo, de lo que quiero escribirles es de las sensaciones al verla. Los cuellos, la sensualidad, las muñecas antiguas, las hermosas vajillas de porcelana pintadas a mano, el té, la nostalgia. Siempre el amor. Hay algo clave en la película: un sonajero en forma de búho, de esos que se usan para distraer y calmar a los bebés. Cuando la vean recuerden la mirada de Alicia Vikander: esa mezcla de picardía, ternura y recuerdos de épocas antiguas. Una mujer de verdad, que se deja llevar por el amor hacia su esposo y que, en medio de todo esto, recibe fuertes golpes de la vida al ver morir en su vientre el tan anhelado retoño, ese hijo que con tanto amor esperaban.

La banda sonora es compuesta por un reconocido músico francés llamado Alexandre Desplat. La canción del final es una hermosura. Salgo de verla y queda siempre algo de nostalgia en el corazón, un suspiro se activa automáticamente y me recuerda que durante algo menos de dos horas he sido víctima, o más bien beneficiario, de esto que se llama la magia del cine. Invítoles a que la vean y compartan estas letras conmigo.

(fuente: https://twitter.com/hillaryclinton)

Comienzo con un dato interesante: el pasado 2 de noviembre en nuestro hermano país México, el dólar abrió a 18.78 y cerró a 19.33 pesos mexicanos. Es decir, se devaluó un 2.93%, algo que para un solo día es bastante. Esto se dio porque ese miércoles cundió el pánico por el avance de Donald Trump en las elecciones de EEUU frente a Hillary. El susto allá llevó a la devaluación. Por acá vemos un dólar a 3.066 pesos y también tenemos nuestros propios temores. Creo que la misma historia nos demuestra que las encuestas no dicen mucho: no más recordemos el episodio del Brexit y el episodio del Sí y del No aquí en Colombia. Así como el temblor que sentimos hace poco en Bogotá, que sacudió temores y también sacudió redes sociales, asimismo debemos estar preparados porque en el mundo (y Estados Unidos está dentro de ese mundo) puede pasar cualquier cosa.

(algo así eres tú…algo así fue la trucha… fuente: https://www.martinberasategui.com/)

Ayer de alguna forma mitigué y resguardé esos temores con un almuerzo delicioso: una trucha crocante en la parte de atrás, con ajonjolí y algo de esencias thai, con spaghetti tres quesos la locura. La comía muy lentamente con jugo de mango mientras oía a 2 Door cinema Club, leía sobre gasolinas que suben, sobre estaciones de Transmilenio que se inundan y sobre problemas de metales en las atracciones de Mundo Aventura. Claro, hablando de metales, estuvo aquí Metallica dando su concierto; grupo cuyo líder James Hetfield, por cierto, es muy parecido a un primo mío. Ese parecido fue un aspecto clave en mi formación pueril.

Anoche, luego de terminar una exposición académica sobre planes de negocio muy interesante, el profesor se despidió de nosotros y nos deseó una Feliz Navidad. De primerazo noté todo como muy a destiempo, pero no: ya estamos a un mes de navidad, es más estamos a 27 días para que empiece diciembre. Ya acabó Halloween, con Harley Quinns, Minnie Mice (el plural de mouse) y caballeros Jedi pedidores de galguerías ahítas en glucosas refinadas y bastante artificiales. Ya esto terminó, ya la decoración empieza a cambiar.

Feliz puente y mitiguen sus temores con amor, cine y música.

 (fuente: www.eluniversal.com.mx)

Hola:

Las lágrimas pueden estar a la vuelta de la esquina, muchas veces sin uno ni siquiera saberlo.  Pasando tiempo de calidad y de descanso en un centro comercial, plan que me encanta realizar a veces, luego de almorzar ensaladas mexicanas de filetes de carne de res recortados en julianas y luego de darnos una pequeña vuelta vitrineando por ahí, decidimos pasar por el cine, sin haber hecho ninguna reserva previa y dejando la actividad al azar, para ver si alguna de las programadas coincidía con la hora en la que hacíamos fila.

Cinco de la tarde en punto, hacíamos la fila y vi que estaba empezando “Mi Amigo el Dragón”. A la premiére no había podido asistir y la tenía en mi radar desde hacía rato. Opté por esta película. Entramos, nos acomodamos en la localidad cómoda y sosegada, empezó la película.

(fuente: www.diaadia.com.ar)

Siempre he creído firmemente en el poder de este tipo de películas por encima de las demás. La fantasía y el fondo sensible tras la aparente ferocidad del verde dragón fueron despertando en mí todo tipo de sentimientos. Y con todo el desenvolvimiento de la historia, las lágrimas comenzaron a brotar de mis entrañas.

Los dos niños que aparecen ahí son muy especiales. Uno vive en la selva y otra vive en el pueblo, todo bajo una atmósfera creada en los años 80s. El papel de Robert Redford como abuelo es bastante emotivo y nostálgico.

Es natural no contar los detalles, eso se los dejo para que lo averigüen por ustedes mismos. Todo se puede resumir en que cuando la película acabó y prendieron las luces, una señora nos miró con algo de complicidad: resulta que estábamos los cuatro integrantes de la familia, ahí todos llorando al enterarnos del final, luego de ver cómo todo se iba desenvolviendo, luego de ver cómo las piezas van encajando como un rompecabezas de amor. Fue una experiencia de verdad muy bonita. No se la pierdan, totalmente recomendada.