ese huevo kinder, es de niño o de niña?

Hay algo que no puede faltar en mi canasta familiar: el huevo Kinder. Es un concepto majestuoso. Que exista un chocolate en forma de huevo con un muñequito adentro, para armar, coleccionar y luego pintar, es algo cercano a la perfección. Siempre compro de estos huevitos, digamos que los elijo del estante donde reposan. Sin embargo, ayer fui al supermercado y para comprar uno tenía que pedirle el favor a la cajera.

-Me da un huevito Kinder, porfa- le dije.

– ¿De cuál quieres? ¿De niño o de niña? – me preguntó la cajera, muy amable y profesional en su trabajo, mientras seguía pasando el resto de productos. Me pareció curioso, ya que está establecido que lo de niños son carros, monstruos, Thors y capitanes América, todos ellos fantásticos, mientras que lo de niñas son cositas hermosas rosadas, chicas superpoderosas, barbies y muñecas LOL.

– Porfa dame uno de mujer, es para mí, me encanta pintarlas en mi cuaderno – le respondí yo y le mostré, de hecho, el cuaderno.
La cajera, divina, una señora de unos 60 años, me sonrió y nos despedimos.

Luego hace unos cuantos meses me enamoré de unas botas Dr Martens, unas azules brillantes. Esas las vi en el catálogo y curiosamente estaban en la sección de botas de mujer. En la sección de Hombre casi todas las botas eran negras, cafés y más grandes, como más gruesas y robustas, no sé, también bacanísimas. Terminé comprando las azules, que supuestamente eran para Mujer.

Me acordaba que en la Universidad un man me dijo que yo era gay (bueno, dijo otra palabra más fuerte) porque no me gustaba el fútbol. Ese día me dio mucha risa, el man es muy querido, sigo siendo amigo de él; probablemente se le fueron las luces ese día, tal vez él en esa época era ignorante y no sabía que no tenía nada qué ver. Incluso también me dio mucha risa hace poco, que puse una foto con mi pelo pintado de azul, que un amigo me escribió preguntándome que si yo “me había pasado al otro equipo”, qué chistoso.

En fin, me empecé a comer el huevito, qué cosa tan deliciosa. Y pues sí, pensaba que bacano que una niña de 6 años pinte a Thor con Hulk y Venom peleando, tomando café o gaseosa, metiéndose a la piscina y que también un niño de 8 años tenga un cuadernito de la Barbie y que en sus dibujos pinte a las muñequitas LOL viajando al espacio o jugando bolos, qué sé yo. Todo debe ser bienvenido y no estigmatizado, probablemente así habría más mentes brillantes y limpias.

Habría más Thors sensibles y más Barbies musculosas.

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