To think or not to think

Siempre trato de dedicar buena parte del día a pensar, o por lo menos a tratar de pensar. A veces me quedo quieto mirando las huellas dactilares de mi dedo índice, veo que los surcos son como los de los discos viejos. Cuando estoy así ojeo y hojeo un libro de poemas, solo para ver su cadencia, saco de ahí algunas palabras y vuelvo. No soy de poemas, soy más de prosa, pero lo abro solo para ver tres líneas. Oigo una canción, avanzo uno de los 4 libros, apunto algo, hago click en alguna postura.

Trato de realizar lo operativo para luego volver a lo creativo. Pensar, actuar, operar, comprar, vender y luego volver a pensar. Siempre tengo la frase de un analista económico que decía: “la economía va para un lado y el mercado para otro”. Es cierto, de hecho para bien o para mal lo que importa en últimas es el precio a lo que se transa algo, no a lo que debería, ni a lo justo, ni a la expectativa por promedios móviles. Puedo querer comprar algo pero sino lo hago, todo queda en anhelos. Entonces la tesis es que la lógica puede ir por un lado y la realidad por otra.

Así son los mercados financieros, no importa si es valor razonable o costo amortizado. Si es una acción o un proyecto de infraestructura, en últimas lo que importa es el precio transado, no lo que lanza un modelo (tal vez sí importe lo que lance una modelo). Así va el segundo día de semana, martes, llamado en Colombia fin de bisemana. Las expectativas siguen y mañana los operadores estaremos pendientes de las tasas en Estados Unidos: se espera que las bajen del rango 1.75%-2.00% al rango 1.50%-1.75%.

Yo sigo aquí, pensando pero también actuando. La mejor combinación.

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