Homenaje a Karl Lagerfeld en la cloud, o sea en las nubes

Ayer el mercado empezó y la dinámica fue endulzada por el mejor waffle de la historia: calientico, con miel, humeante y envuelto en un papel aluminio. Abrí la bolsa, venía un durazno y luego apareció. My Valentine, o sea mi esposita, me lo había empacado. Luego empezaron los bids, los offers, los one-shot, los choice, los one-show, las estopeadas y las estropeadas. El dólar terminó a 3.123 pesos y les presento dos cierres, uno de tasa fija pesos y otro de tasa fija UVR: 6.42% para agostos de 2026 y 2.355% para febrero de 2023. Todo esto es lenguaje especializado y seguro si le hablo de esto al oído a una gestora de fondos en un ascensor (o algo así), seguro algo de interés preservaré para futuro.

Algo que también quedará para el futuro es el legado de Karl Lagerfeld. De hecho ayer, a manera de homenaje, usé unos pantalones diseñados por él, una edición especial de Falabella. Ahí estuve con ese diseño, estuve haciéndole varios guiños a la moda y al “joie de vivre”, mientras asistía a reuniones en las que hablaban de ambientes testing y ambientes cloud. Un ambiente cloud para mí es como estar en un ambiente en el que uno está en las nubes. Algo así, literal. También aprendí que uno puede estar en buy-side, el de comprar, o en el sell-side (el de vender). ¿En qué lado estarían ustedes?

A veces estaríamos en un lado y a veces en otro. A veces cargamos archivos en la nube y a veces estamos en las nubes. Así es la vida. O como decía Karl: tengo los pies sobre la tierra; pero no en esta tierra.

Buena suerte para hoy….

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