Una tarde gastronómica con bisque, calamares y amor

Ayer fue un día nutrido y nutricional. Hubo subastas no competitivas en UVRs, vi dólar a 2.942 pesos y los Tes bajaron aproximadamente un punto básico; por ejemplo, los julios del 2024 en promedio pasaron del 6.17% al 6.16%. Antes de desplegar mis alas como chef, antes de mezclar la bisque en la paella, claramente antes de averiguar qué contenía esa bella bisque, antes de todo eso vi que en la pantalla de Futuros específicos se negociaron 188 mil millones de pesos. De ese monto, 80 mil fueron con julios del 2020 a diciembre y 84 mil fueron con julios del 2024 a septiembre.

Luego en la tarde me puse el delantal negro porque me convertí en Kemistry, el chef. Así como existió Zorba, el griego, también existe Kemistry, el chef. Hubo un evento muy interesante de liderazgo, con las cinco C: Compromiso, Complementariedad, Confianza, Coordinación y Comunicación. Fue espectacular y colosal. Bueno, Colosal podría ser la sexta C. Primero la entrada: tortilla española con chorizo sarta, flor de jamón serrano y muchas bellezas al paladar. Brindis, selfis y sonrisas. El plato fuerte fue una paella, cocinada poco a poco entre todos; además hubo calamares apanados con panko.

Luego para el postre hicimos peras en reducción de vino tinto, todo emplatado con algo de chantilly. Fue un muy buen plan, en verdad. Y bueno, aprendí que el bisque es el caldo con cangrejo y huesitos de pescados, vital para el sabor de la paella.

 

Entren a mi instagram @kemistrye :):):):)

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