El corte depende del momento, del clima, de lo volátil de la situación, de la percepción de riesgo y del ajetreo. Depende de la hora y de quién lo hace. Depende también de qué tan proclive esté la gente o el activo a ser cortado. Depende de las expectativas que había antes y, naturalmente, de lo que ocurrió después. No imaginen cosas donde no las hay, ni enarquen sus cejas innecesariamente mis queridos lectores, aquí solo me estoy refiriendo al corte de una subasta de Tes, y en este caso me refiero al corte de los UVR del día de ayer. Mal haría uno en decir que estuvo mal o estuvo bien, no somos jueces del averno para decidirlo, sin embargo transcribo aquí los resultados: se subastaron UVR de 2021 al 2.56%, UVR de 2025 al 3.073% y UVR de 2035 al 3.647%, para un total de 350 mil millones.

Eso es lo que ocurre en el mercado financiero, a la par del dólar a 2.870 y de los julios del 24 al 6.67%. Con varios cortes y también varias cohortes de caminantes que veía en lontananza mientras daba un paseo hace un par de días cerca de la oficina, por la calle 26. Sí, resulta que estuve dándome una vuelta por el Parque de la Independencia, con olor delicioso a mandarina, una brisa deliciosa, mucha placidez y, sentado en el pasto, casi durmiendo, veía a la gente pasar, veía los árboles. Veía la cohorte de caminantes, unos miraban, otros no, todo entremezclado con la música, con el paisaje, con la calma y ahora en estas letras mezclado con el corte de los UVRs.

Buena suerte para hoy!