Una casa Bizarra pero en últimas no tan bizarra

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(súper delicioso……fuente: tripadvisor.com…no tomé fotos yo)

Se van firmando próximamente aspectos y cuestiones dentro del enredado entorno político, con unos de acuerdo y otros en desacuerdo, mientras hay huracanes, de nombre Otto, que amenazan la isla de San Andrés. En Estados Unidos, si bien teóricamente no hay huracanes, sí hay turbamultas por propuestas políticas de nuevos mandatarios de pelos rubios, un poco extremas por decir lo menos, a pocas horas de celebrarse el día de Acción de Gracias; y bueno, también a pocas horas de vitrinear de manera virtual en el Black Friday, buscando conseguir los requerimientos plasmados en las cartas al niño Dios. Eso es todo lo que va ocurriendo, mientras el dólar sobrepasa los $3.200 pesos y el Tes de julio de 2024 renta un 7.38% efectivo anual. Situación bizarra.

Si de pronto están reunidos y leen esto por la mañana podrían antojarse para el almuerzo. Más sin embargo si acaso leyesen la recomendación que viene a continuación en horas de la tarde, pues no importa, bien podrá servir para la cena. Ayer estuve en Casa Bizarra en la zona G, siempre había querido ir. Terminé, con mi acompañante, sentándome en una mesa antigua adaptada de una máquina de coser antigua, de esas que usaban nuestras abuelas. Cada ciertos minutos aprovechaba para, con mi zapato izquierdo, emular la pedaleada y así activar el sistema de poleas que indefectiblemente al final hace la labor de zurcir el pedazo de tela. De entrada pedimos dos ceviches (o cebiches), uno de camarones y otro de pescado. Bellos patacones larguísimos adornaban la mezcla. Como tenía algo de sed, la degustación de los frutos del mar fue acompañada de un jugo de fresa banano en su punto exacto de temperatura. Pueden imaginar esto servido en copas altas. Luego de plato fuerte pedí un lomo al vino en cama de puré de papa. La salsa del vino tinto la iba degustando, entonces por un lado cerraba los ojos y por otro lado movía mi pie izquierdo en la máquina. Todo fue delicioso y así veíamos cómo llovía a ríos, o a mares.

La palabra “Bizarra” en teoría no es la traducción de “Bizarre”, o sea “extraña”. En teoría significa “gallarda”, o “valiente”. Pero supuestamente la RAE ahora ya permite la acepción de extrañeza. Sea como sea, así sea una casa extraña o una casa gallarda, igual fue delicioso. Y al haber tantos elementos tan acogedores en su decoración, dejó de ser extraña para mí desde que entré y por ende me llenó de gallardía.

Buena suerte!

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