(fuente: www.adamsmith.org)
La semana comienza con un dato de inflación que fue publicado el sábado; fue de 0.51%. Es decir que en el mes inmediatamente anterior, o sea mayo, los precios en promedio, de acuerdo a una clasificación específica del DANE, subieron un 0.51%. Si se suman los incrementos de los cinco meses del año 2016 vamos en 4.60%; y en los últimos 12 meses el dato va en 8.20%. Es importante decir que este dato es el más alto presenciado desde enero de 2001. Así es que siguen los precios altos, por un lado. Por otro lado salió el incremento del PIB para el primer trimestre del año: fue del 2.5%, un poco menor que lo esperado (2.8%) y también menor al dato anterior (3.3%). Pensaba en las cifras y en cómo es importante no mirarlas como algo absoluto. Me explico: si un dato sale mayor a lo esperado no podemos decir que es bueno o malo, puesto que ese parangón llamado “lo esperado” se compone de promedios y de encuestas hechas a humanos y esos humanos pueden esperar con el corazón, con el desespero, con el pesimismo o con el optimismo. Por otro lado tampoco podemos decir que si un dato sale mayor al dato anterior será bueno o malo, puesto que (y ha pasado muchas veces) en algún momento salen estudios y ponen en revisión, o sea corrigen, ese dato pasado. Así que cifras son cifras, ténganlo presente, y el valor de un dato solo podrá ser calificado como bueno o como malo bajo parámetros relativos.
(fuente: concepto.de)
Lo relativo. Así deben ser vistas las cifras. En la economía casi todo depende del condicional “ceteris paribus” (o sea del precepto del “todo lo demás igual”) y las estadísticas muestran patrones. Muestran las pretensiones de posesión, más no las posesiones. Vemos entonces lo que ocurrió con los precios y con el PIB, bajo un dólar que bajó de 3.065 a 3.020. Bajo unas acciones de Avianca Holdings que, también mirando desde la relatividad, podría decirse que vuelan y bajo unos Tes que subieron de precio. El prurito cosquilleante de lo relativo Vs lo absoluto. Los días hábiles que se mezclan con los no hábiles.
Lo solemne Vs lo realmente bello.