19 de Noviembre – Carry negativo, lectores de trenes y groserías escritas

tiefschwarz

fuente: wallpaperdj.com

Ayer tuvimos devuelta en tasas y subida en el dólar, descritos ambos eventos numericamente de esta manera: Un título representativo, como es el de septiembre de 2019, subió del 7.12% al 7.16%; otro también representativo, como es uno de mayor edad, el de julio de 2024, pasó del 7.98% al 8.085% y el dólar, cuya principal función lúdica ya la he descrito varias veces antes y está relacionada con la compra de música por internet, sí, esta moneda tan importante pasó de valer 3.093 a valer 3.104 pesos. Ayer un track underground de techno, por ejemplo algo de Tiefschwarz, costaba 6.155,07 pesos y al cerrar hoy costaba 6.176,96 de los mismos. Es relevante y no es trivial, puesto que de peso en peso, de tornillo en tornillo, se va desajustando el barco. Todo se dio con poco volumen y unas simultáneas cuyas tasas oscilaron entre el 3.1% para quien busca acortarse y el 6% para quien busca alargarse. Curiosamente, esa tasa del 6% fue aplicada a una operación de los títulos de corto plazo que fueron subastados ayer y que cortaron al 6.089%. Ahí viene un concepto para que recuerden, relacionado con todo esto, llamado carry. No tiene que ver con Carrie, la película miedosa, sino con la diferencia entre lo que renta un título y lo que cuesta tenerlo. En el caso anterior el título bebé renta el 6.089% pero cuesta el 6%. Se dice en el argot financiero que ahí el carry es bajo. Indefectiblemente viene a mi mente Chloë Moretz, haciendo de la poderosa y sangrienta Carrie. Esa Carrie siempre será negativa.

el lector

fuente: leyendoentrelineas.blogspot.com

Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con algo, pero hay algo incontrovertible: los cierres numéricos. Frente a eso no hay nada qué hacer. Los julios de 2024 cerraron al 8.075%, los noviembres de 2018 al 6.848% y los UVR de 2019 al 2.49%, todo mientras la gente estaba muy pendiente de las minutas de la Fed, o sea de las declaraciones generadas hace quince días, en las que se dan muchas opiniones y el eterno, trepidante, galopeante, tintineante, monótono y sempiterno tema de si subir o no la tasa en Diciembre. Que sí, sería apropiado subirlas, pero no lo han hecho. En fin, hay mil temas más a tratar en la vida. Más bien les cuento una lectura nueva que ya va por su hoja 71. Ténganlo muy presente, se llama “El lector del tren de las 6.27”, escrito por un nuevo escritor llamado Jean-Paul Didierlaurent. Luego les cuento más, por ahora solo les digo la trama inicial: existe una máquina fea, abstracta y gigante a la que el protagonista le llama La Cosa, una máquina que destruye libros. Este personaje, Guibrando, rescata las hojas que quedan por ahí y las lee en el tren, en el tren de las 6.27. Vamos a ver qué sigue ocurriendo, por ahora va muy bien, la trama está medio extraña. Lo único malo es que leí ya tres groserías. Groserías escritas, lo más feo que puede haber. Para mí eso es un total carry negativo.

groserías

fuente: culturacolectiva.com

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