fuente: www.colombia.com
Empecemos con algo de realidad financiera. Mostrándoles el lienzo desde lejos, o como dirían los anglohablantes “the big picture”, salieron en Estados Unidos 15 datos medidores de la economía. Independientemente de los resultados, lo que se dejó ver es un menor desempeño económico. Esto sumado al mal comportamiento en las acciones asiáticas da para pensar que hoy en la reunión de la Fed decidirán dejar las tasas quietas por mucho tiempo. Este ambiente pesimista llevó a los Tesoros del 2.0529% al 2.0370%. Los compran a manera de refugio, debido a esto su tasa baja y su precio sube (la eterna relación inversa y académica entre precio y tasa). Sí, hoy el mercado estará expectante de lo que declare la Fed. Por acá, debido a todo lo anterior, el dólar subió de 2.946 a 2.948,85 y los Tes fueron vendidos, subiendo su tasa entre dos y tres puntos básicos. Hubo un volumen bajo también, era martes de bisemana y las tasas de simultáneas estuvieron entre el 3% y el 4.75%. Todo normal, o como dirían las niñas de ahora, “casual”.
Ayer la mansedumbre de la jornada fue cortada por una llamada. Del norte de la ciudad, más exactamente de El Kiosco en un barrio cercano a mi hogar, llegó un barco cargado de empanadas, para ser más exacto veinte de carne y diez de queso, con sus respectivas salsas, ajíes y aderezos. Esto me motivó a anunciarle a los colegas, niños y niñas, señoras y señores para que fueran y degustaran el mecato típico y ancestral con el que todos fuimos criados. Recordamos ciudades de orígenes y me vino a mi mente mucha gente. Hubo una comitiva, se compartieron sabores maridados con cafés latte y jugos de naranja. Fue un gran detalle de un amigo. Luego de tal mezcla de sabores necesité contrarrestar los aromas y apliqué nuevamente sobre mí la Blue Sport de Polo, ese delicioso aroma que reemplaza la otra loción que voló en pedazos hace unos cuantos meses. Se cerró con broche de oro con una sesión de pausas activas, resaltando el movimiento circular del hombro, tan necesaria desde mi opinión netamente personal. Es la cotidianidad, la que ustedes también viven, plasmada en letras. Esa es la vida en finanzas.